Autor: Melanie Haiken

La ionización bipolar está experimentando un aumento de popularidad a medida que la pandemia de coronavirus se expande. La razón: mejorar la calidad de la ventilación se ha vuelto indispensable para frenar la curva.

Integrada en los sistemas HVAC, la tecnología utiliza tubos especializados que toman moléculas de oxígeno del aire y las convierten en átomos cargados que luego se agrupan alrededor de micropartículas, rodeando y desactivando sustancias nocivas como el moho en el aire, bacterias, alérgenos y, sí, virus como el actual COVID-19.

La razón es que estos conductos atrapan las gotas de aliento y a las partículas de polvo que pueden el transportar virus de persona a persona, ampliándolas para que queden atrapadas más fácilmente en los filtros. A la larga, este proceso "limpia" por completo el ambiente y evita transmisiones futuras.

"Los iones producen una reacción química en la superficie de la membrana celular que inactiva el virus: puede reducir el 99.9% de los microbios en cuestión de minutos", asegura a Business Insider Philip Tierno, profesor clínico de microbiología y patología en la Facultad de Medicina de la NYU.

La batalla contra el coronavirus podría ser una lucha por la calidad del aire

Las preocupaciones sobre la transmisión vía aérea han crecido a medida que avanzan las investigaciones sobre el coronavirus puede permanecer en el aire por más tiempo y extenderse más de lo que se pensaba. Algunos expertos ahora creen que solo la respiración normal puede propagar el virus.

"La posibilidad de propagación del COVID-19 por aire y la capacidad de las partículas de permanecer suspendidas por largos períodos de tiempo nos hace considerar nuevas estrategias para mejorar la ventilación", dijo Tierno.

Muy popular en Europa, la ionización bipolar llegó por primera vez a los EEUU en la década de 1970 como una herramienta para controlar los patógenos en la fabricación de alimentos. Fue efectivo durante el brote de SARS de 2004, así como los brotes más recientes de MERS y norovirus y varias cepas de influenza.

Los avances recientes han hecho que las unidades sean más baratas y fáciles de instalar, y las compañías están luchando para probar la tecnología contra el coronavirus. Según Tierno, los primeros resultados han sido positivos: "Debido a que los coronavirus son virus envueltos, son más fáciles de matar que los virus desnudos, como los norovirus".

Muchos lugares grandes ya emplean ionización bipolar

Los hospitales como Johns Hopkins, Children's Hospital Boston y el Centro Médico de la Universidad de Maryland ya han adoptado esta tecnología.

"La ionización bipolar se ha utilizado en la atención médica desde hace años para muchas aplicaciones", menciona Tony Abate, director técnico de AtmosAir Solutions. "Creemos que los sistemas de iones bipolares se convertirán en un estándar en estos entornos críticos para proteger a los pacientes y al personal".

Las terminales en LaGuardia, O'Hare, LAX y el Aeropuerto Internacional de San Francisco ya tienen unidades AtmosAir instaladas. El Amalie Arena de Tampa y el Hotel TWA en el aeropuerto JFK están adoptando la tecnología de ionización bipolar, al igual que grandes empresas como Google, en sus sedes de Chicago y San José.

También hay opciones para el hogar, incluidos dispositivos portátiles independientes y adiciones a los sistemas HVAC.

"Eventos como este, desafortunadamente, actúan como una llamada de atención para comprender las implicaciones de no abordar la calidad de la ventilación", asegura Larry Sunshine, presidente de la compañía de ionización bipolar Plasma Air. "En el pasado, mejorar la calidad del aire a menudo se consideraba un lujo. Ahora debe considerarse esencial".

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