Amazon amenazó con despedir a más empleados si no cumplen con las reglas de distanciamiento social. La empresa comunicó a los empleados que trabajan en sus almacenes que tienen que respetar la distancia mínima de 1,8 m y en caso de violarla podrían ser acreedores a un llamado de atención, o en el peor de los casos, un despido.

Lo anterior fue reportado por CNBC, quien obtuvo una copia del memorándum enviado a los empleados que trabajan en los almacenes de Estados Unidos. La empresa ha implementado estas medidas con el fin de evitar más contagios del coronavirus, aunque también en un momento complicado después de ser señalada por no proteger a sus trabajadores.

Las reglas de distanciamiento social establecen que debe existir un mínimo de 1,8 m (6 pies) entre cada empleado. En caso de violar intencionalmente esta distancia, los empleados recibirán una advertencia la primera vez, mientras que la segunda será causa de despido.

La estrategia para asegurar la sana distancia varía de acuerdo a la ubicación. Algunos trabajadores reportaron que sus superiores usarán las cámaras en los almacenes para asegurarse que se cumpla la regla. Otros dijeron que han colocado cinta adhesiva en el piso para indicar en donde pueden permanecer de manera segura y mencionaron que en las cafeterías ya no se permite sentarse uno a lado del otro.

"Los empleados violan intencionalmente las reglas"

Foto: Maryland_Gov (Flickr)

Amazon dice que lo hace debido a sus empleados están violando las pautas sobre el distanciamiento social en sus almacenes, lo que pone en peligro a todos.

Estamos tomando medidas intensas para garantizar la salud y la seguridad de los empleados en todos nuestros sitios que desempeñan un papel esencial para sus comunidades durante esta crisis

El único inconveniente, según los trabajadores, es que la tecnológica no está siendo justa con esta medida. La política solo a los empleados de piso y no a sus supervisores, quienes no tienen cuidado y se "amontonan las 24 horas", según varios testigos.

Recientemente Amazon despidió a Christian Smalls, un trabajador que lideró una huelga el pasado 30 de marzo al protestar por las condiciones laborales durante la pandemia. Smalls dijo que la empresa no cerró un almacén de Nueva York, a pesar de que fue reportado un caso de COVID-19 en las instalaciones.

La decisión causó descontento y dejó a Amazon en el centro de la polémica, no solo por la respuesta oficial de que Smalls "puso en riesgo la seguridad de los demás", sino porque lo hizo en un momento en que ha sido fuertemente criticada por no tomar las medidas necesarias de protección en sus almacenes durante la pandemia del coronavirus.

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