Aunque pueda parecer absurdo tener que desmentir esto, lo cierto es que es una idea que lleva tiempo circulando por internet y que puede ser dañina para la salud de las personas que se aferran a ella con el fin de paliar el dolor de sus hemorroides.
No se sabe cuál fue la web que lanzó el “remedio”, pero últimamente se ha visto a numerosas personas comentando en redes sociales la posibilidad de tratar estas molestias introduciendo una rodaja de patata congelada por el ano. No es la primera vez que este tubérculo, en cualquiera de sus formatos, se utiliza con este fin. Por ejemplo, uno de los remedios caseros (e inútiles) aconsejados en algunas webs es la utilización de una cataplasma elaborada a base de patata como ingrediente principal. Si además se congela, a bote pronto podría parecer que el frío aliviará la zona, pero en realidad las consecuencias pueden ser mucho más desagradables.
Cuidado con los remedios caseros
Según explican en medios como Wales Online o New York Post, este nuevo remedio casero aconseja pelar una patata, cortarla en rodajas y guardar estas en el congelador.
Una vez que estén totalmente congeladas, se deben introducir en el ano durante treinta segundos y medio minuto más cada jornada durante un periodo de tres a cinco días.
Supuestamente, esto ayudará a contraer los vasos sanguíneos y reducir la hinchazón de las hemorroides. Sin embargo, como bien explica la doctora Diana Gall en Wales Online, no hay ninguna evidencia científica de que esto pueda llegar a ser útil. De lo que sí la hay es de que introducir objetos extraños en el cuerpo puede contribuir a la introducción de bacterias y otros microorganismos, capaces de generar enfermedades.
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Para tratar esta condición, normalmente basta con recurrir a alguna de las pomadas dispuestas para ello y complementar su uso con una buena hidratación y una dieta rica en fibra. Si no mejora, solo un médico podrá aportar una solución que, en los casos más molestos, puede suponer una intervención quirúrgica. Pero nada más.
No importa lo que diga internet. Ni el ajo a través de la vagina, ni las patatas congeladas a través del ano. Cuidado con lo que metes en los orificios de tu cuerpo.