Un hombre de 32 años acudió a emergencias del Coliseum Medical Center de Georgia, aquejado por una dolorosa erección, de varias horas de duración. Pasaron más de doce hasta que, con ayuda de inyecciones de fenilefrina para reducir la hinchazón, su pene bajó finalmente la guardia. Pero no habían pasado ni dos semanas cuando tuvo que volver por el mismo motivo. Afortunadamente, esta vez solo fueron seis horas, pero igualmente se trataba de algo totalmente anormal, que nada tiene que ver con una erección sana.

Además, el paciente refirió haber experimentado este mismo problema varias veces más, aunque en estos casos solo duró cuatro horas y no necesitó ir a urgencias. Este fenómeno, conocido como priapismo, puede darse por el consumo de algunos fármacos, especialmente la famosa Viagra, o por el padecimiento de trastornos como la leucemia o la enfermedad de células falciformes. No obstante, las pruebas que se le realizaron en el hospital mostraron que no padecía ninguna patología ni tomaba ninguno de los medicamentos sospechosos. Pero sí que había algo que le estaba ocasionando ese problema: la marihuana.

Un doloroso efecto secundario

Al ser entrevistado sobre su posible consumo de drogas, el paciente reconoció que llevaba seis meses fumando marihuana con regularidad, varias noches por semana.

No era la primera vez que lo hacía. De hecho, fue fumador habitual de esta sustancia desde los dieciséis años hasta los veinte. En aquella época, comenzó a padecer episodios de priapismo, pero no llegaron a ser tan graves como los que le habían llevado recientemente al hospital. Dejó de experimentarlos en cuanto interrumpió su consumo de marihuana y volvió a sentirlos cuando recuperó el hábito. Además, las dos veces que tuvo que ir a urgencias había consumido dicha droga en las horas inmediatamente anteriores.

Estaba muy claro que era la causante de su problema; pero, ¿por qué? Esta es una pregunta difícil de contestar, especialmente si se tiene en cuenta que el cannabis tiene fama de producir disfunción eréctil, no de potenciar la erección. Esto en realidad es más una creencia que una realidad contrastada científicamente, por lo que podría ser que, en casos aislados, genere el efecto que estaba padeciendo este hombre.

El veneno de esta araña podría ser más eficaz que la Viagra

Esto, según refieren los médicos que le trataron en un informe del caso publicado en Journal of Cannabis Research, podría ser por varios motivos. Por un lado, existe la posibilidad de que se tratase a la acción del tetrahidrocannabinol (THC). Esta sustancia se une a una serie de receptores, conocidos como receptores de cannabinoides, generando los típicos efectos psicoactivos de la marihuana. Uno de estos receptores se encuentra principalmente en los ganglios basales, el sistema límbico, el hipocampo y el cerebelo del sistema nervioso central, de ahí que genere estos efectos, pero también está en otras partes del cuerpo, como el sistema nervioso periférico, el útero, los tejidos testiculares y los vasculares. Se ha comprobado que los cannabinoides artificiales generan habitualmente priapismo, posiblemente por su acción sobre este receptor, que favorece que aumente el flujo sanguíneo en el pene y, por lo tanto, las erecciones duren más tiempo.

Pero eso no es todo, ya que también podría deberse a una sobre sobreactivación de las plaquetas, que propiciaría la formación de coágulos que impidieran la salida de la sangre del miembro.

Sería necesaria más investigación para saber qué ocurrió exactamente. Por desgracia, el paciente interrumpió el contacto con los investigadores, por lo que estos no saben cómo terminó todo. Dados los resultados, lo más lógico sería pensar que dejó la marihuana, pero no hay manera de saberlo. Cada cual, que imagine cuál pudo ser el final.

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