¿Qué tienen en común celebridades tan dispares como el tenista Rafa Nadal, Javier Sardá, Víctor Manuel, Rosa Montero, Álex Crivillé o Santiago Segura? Que todos ellos se han subido a una camilla de masaje, patentada por la empresa alemana HHP, promocionada como una terapia novedosa y revolucionaria para el tratamiento del dolor y de diversos problemas de salud. Según HHP, esta peculiar camilla, que ha salido repetidamente en los medios de comunicación en los últimos años, aplica la terapia de andulación: un conjunto de vibraciones de cuerpo entero e infrarrojos para aliviar múltiples tipos de dolor. Además de su aplicación en el ámbito deportivo, múltiples centros de fisioterapia en España emplean este dispositivo.

El dolor es un importante problema de salud pública pues, según la Sociedad Española del Dolor, cerca del 20 % de la población española sufre dolor crónico y las opciones terapéuticas son limitadas. Muchos pacientes se encuentran desesperados por los escasos resultados de sus tratamientos y ansían dar con una terapia que resuelva sus dolores. ¿Qué representa la camilla de andulación para estas personas?

Así se publicita la camilla de masaje de HHP

El dispositivo de masaje, cuyo precio se encuentra entre los 2.500 y los 3.600 euros, se dirige especialmente a aquellas personas que sufren dolores crónicos de difícil tratamiento: personas con fibromialgia o hernias en la columna vertebral, dolores de espalda o  articulares provocados por la artrosis... Esta camilla se presenta como una novedosa terapia en este ámbito, diferente de las camillas de masajes convencionales. Desde la empresa presentan la camilla como una "revolución" en el tratamiento del dolor gracias a la andulación, una terapia "sencilla y eficaz" creada hace más de  15 años. Los responsables de la empresa HHP afirman que “nuestro dispositivo no cura estas patologías pero sí alivia el dolor en la mayoría de los casos”.

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Esta camilla de masaje está registrada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), lo que, en palabras de HHP "demuestra que efectivamente ha pasado todos los filtros sanitarios en nuestro país" y que el desarrollo de este dispositivo es fruto de la colaboración de médicos, fisioterapeutas y científicos. Uno de los médicos en España que estudia los efectos de la terapia de andulación sobre el cuerpo humano es Juan Ribas Serna, catedrático de Fisiología de la Universidad de Sevilla. Según Ribas, las investigaciones “muestran un aumento del umbral para el dolor (disminuye la percepción dolorosa objetiva), una disminución de la tensión muscular y una mejora del retorno venoso de las extremidades inferiores, así como de la calidad del sueño".

Más allá de estas virtudes en el dolor, el sueño y la circulación sanguínea,  los diferentes contenidos promocionales de HHP achacan multitud de beneficios a la terapia de andulación: Estimulación del sistema linfático, relajación de la mente y el cuerpo, aumento de la vitalidad y del rendimiento físico, ayuda a la pérdida de peso, regeneración de la musculatura, reducción de la retención de líquidos y de la fatiga, efecto rejuvenecimiento, refuerzo de la recuperación tras ejercicio físico intenso... Incluso también se mencionan mejorías en enfermedades tan dispares como la enfermedad de Parkinson, la osteoporosis  o la esclerosis múltiple.

La realidad tras la camilla de masaje de HHP

A pesar de la deslumbrante publicidad de la terapia de andulación, con profesionales sanitarios y famosos implicados, lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica sólida de que este sillón de masaje aporte más beneficios que una camilla de masaje convencional. De hecho, los estudios que se muestran no comparan la utilidad de la terapia de andulación con otros dispositivos de masaje presentes en el mercado a un precio muy inferior.

Por otro lado, aunque desde HHP recalquen que el producto está registrado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), esto solo indica que ha demostrado seguridad para las personas que lo usan, pero no eficacia en el tratamiento de enfermedades. Las vibraciones y el calor por infrarrojos que aporta esta camilla ofrecen bienestar transitorio, pero ninguna de las investigaciones tiene el rigor suficiente como para que se pueda afirmar que produce beneficios terapéuticos. Aliviar de forma pasajera ciertos dolores por calor y vibración mecánica no es ninguna novedad ni algo revolucionario. Diversas camillas de masaje, mantas térmicas o técnicas de fisioterapia también recurren a vibraciones y calor con los mismos fines, produciendo mejoras sintomáticas transitorias, que no tratan la causa del dolor ni de otros padecimientos.

En otras palabras, la única diferencia entre la terapia de andulación y otros sillones de masajes es una potente y engañosa estrategia de marketing que pretende presentar a esta camilla como una "revolución" en el mercado y como una opción terapéutica, cuando no deja de ser otra opción más para mejorar el bienestar de las personas. Que entre los contenidos patrocinados por HHP se presente esta camilla de masaje como un "tratamiento" o una "terapia" no es sino una forma de dar a entender una serie de efectos terapéuticos que no se sostienen y que pueden causar confusión entre las personas afectadas de dolor crónico que pueden ver en este producto médico una salvación.