Considerando que el Tesla Model S se presentó en 2008 y su producción inició en 2012, pero que al día de hoy, años más tarde, todavía no hay ningún vehículo que lo iguale, es claro que la ventaja de la compañía con relación a la competencia es amplia.
Pero no es solo acerca de los coches que producen, su diseño o su red de súpercarga, también es la constante innovación que hacen con relación a las baterías, uno de los componentes más importantes de los vehículos eléctricos y su autonomía.
Es por eso que la compra de Maxwell por parte de Tesla en unos 200 millones de dólares es tan importante. Al respecto Musk se ha pronunciado en una entrevista en un podcast llamado Tesla Third Row: "la adquisición ha sido un momento muy importante para nosotros, sobre todo por las tecnologías que han desarrollado, las cuales, aplicadas de forma correcta a nuestros productos, pueden tener un impacto inmenso".
De hecho Tesla confirmó previamente que harán sus propias celdas y anunciarán novedades a lo largo de 2020, en un evento especial, como ocurrió el año pasado cuando convocaron a medios e inversores para dar detalles sobre la tecnología de conducción autónoma total.
Pero, además de la importancia de desarrollar tecnologías propias o adquirir empresas con avances interesantes que puedan darle ventajas competitivas y mejorar significativamente productos, Musk ha explicado el motivo principal por el cual siguen estando muy por delante de la competencia cuando se trata de vehículos eléctricos:
"La mayoría de las compañías automotrices subcontratan el desarrollo de la tecnología para sus baterías, las cuales tienen dos componentes principales: el módulo y las celdas. Todos externalizan la fabricación de las celdas, pero algunos inclusive el módulo y los paquetes completos. Por lo tanto no dedican recursos a las posibles mejoras químicas".
Innovar en la forma en que una batería de litio genera energía por medio de sus reacciones químicas es una de las maneras más importantes y eficientes de lograr que un coche eléctrico pueda tener más autonomía. Si no controlas la tecnología, no tienes espacios de maniobra para mejorar uno de los aspectos más importantes de un vehículo eléctrico.
Esa es la raíz del motivo más importante por el cual Tesla está tan por delante: el desarrollo de sus propios componentes para hacer sus productos cada vez mejores. Su propio software, sus propias las líneas de ensamblaje, sus propia red de cargadores, sus propios diseños y claro, sus propias baterías.
Muchas marcas han entendido la aproximación al desarrollo de producto de Musk y han creado sus propios grupos de investigación de mejora de baterías, en particular los tres grandes fabricantes alemanes: Volkswagen, BMW y Daimler AG (Daimler-Mercedes).