**La versión con actores de carne y hueso en pantalla de lo que fue hace veintidós años la película Mulán (Tony Bancroft y Barry Cook, 1998) sobre la leyenda de esta guerrera china se estrenará el 27 de marzo*, siguiendo la estela de Disney en readaptaciones de sus clásicos animados como El Libro de la Selva o El rey león* (Jon Favreau, 2016, 2019). Hasta entonces, hay unas cuantas semanas de por medio, pero ya hemos tenido la oportunidad de que Niki Caro, su directora y previamente de Whale Rider (2002) o En tierra de hombres (2005), nos cuente detalles interesantes sobre la misma en la sede de la Academia de Cine española en Madrid tras mostrarnos de un jugoso avance con algunas escenas.

“Escogí este proyecto por Mulán en sí misma”, expone Caro con el tono de alguien a quien supone un verdadero gusto poder decir lo que dice. “Esta es una historia con unos 1.700 años de antigüedad sobre el viaje de una jovencita hasta ser soldado, guerrera, heroína y leyenda, en el que hay algo que puede llegar a todo el mundo”. Una historia que “ha sido contada muchas veces de maneras distintas”, pero cree que no hay un mejor momento para contarla porque “es muy inspiradora”. Resulta comprensible que exprese esta opinión con el contexto social de Occidente, en el que las necesarias reivindicaciones del feminismo para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres son lo cotidiano.

De hecho, uno de los temas inevitables que surge poco después es el de las cineastas en el Hollywood de hoy: “No puedo estar más contenta de que haya tantas películas de acción dirigidas por mujeres este año”, asegura Caro para responder a una pregunta sobre esta buena noticia. “La industria del cine se está abriendo a las mujeres como nunca antes”, y tal circunstancia es muy positiva porque, cuantas más mujeres tengamos tomando decisiones tras las cámaras, “más películas habrá que hablen de las experiencias de todo el mundo”. Es decir, obviando las reivindicaciones igualitarias, siempre imprescindibles, esto favorece al séptimo arte, su trascendencia y sus logros.

mulán niki caro

Sin embargo, la realizadora no está de acuerdo con que todos los personajes femeninos deban ser fuertes pues todas las mujeres no lo son o no lo pueden ser de continuo, o porque su fuerza se halla en aspectos diferentes según cada una; si bien, en el caso de la Mulán a la que encarna Yifei Liu, su fortaleza nos pueda parecer tan obvia porque la vemos luchar. Y aporta los ejemplos de la Paikea de Keisha Castle-Hughes en Whale Rider, cuya fuerza es de espíritu, o de la Antonina Zabinska de Jessica Chastain en La casa de la esperanza (2017), para la que es la dulzura. Carecería de sentido que las mujeres de la ficción estuviesen cortadas por el mismo patrón si en el mundo real tampoco es así.

Metiéndonos en harina, Niki Caro asegura que cualquiera puede ver que su Mulán “es una versión muy diferente del clásico animado” porque querían “hacer algo intimista pero también épico y emocionante”. Además, el humor se asoma en las interacciones de la heroína con otros personajes, y se presenta sobre todo por el hecho de que se trata de una mujer oculta en un mundo de hombres. Y casi no cantan debido a que, “cuando van a la guerra, los soldados no se ponen a cantar”, y hay que rendirse ante su propósito realista. Pero las canciones de la película animada “son maravillosas”, y sí han usado una muy icónica “para honrar” de tal modo a su antecedente.

“Fue muy difícil encontrar a la actriz protagonista para un personaje tan especial”, admite Caro. Debía ser una china que hablara la lengua británica y una intérprete formidable, por supuesto, pero también “una guerrera en espíritu, cuerpo y mente”. Tardaron un año entero en dar con ella, tal vez con el sufrido equipo de casting triándose de los pelos. Buscaron por todo el mundo a una persona como Liu, hasta en pequeñas aldeas chinas; a una mujer atlética para que no fuese superheroica en absoluto: “No quería que volara por el aire con cuerdas y ese tipo de cosas”, dice Niki Caro. “Quería que todo proviniese de su fuerza y sus habilidades”. Con estos mimbres, van a ser unas largas semanas de espera.