Los gigantes de la automoción tienen un papel importante como responsables de la crisis climática. Tanto en la fabricación de vehículos a gran escala como en el consumo de combustible que hacen sus automóviles, nombres como Toyota, Volkswagen, General Motors, Hyundai o Ford tienen mucho que cambiar para que el impacto de su actividad en el planeta sea menos dañino.

La concienciación de sus clientes y la presión social han hecho que en los últimos años surjan iniciativas como la creación de vehículos híbridos o eléctricos, reducir la emisión de CO2 de sus modelos de combustible fósil, que todavía se siguen fabricando en todo el mundo, o que la construcción de sus automóviles sea más sostenible y emplee materias primas menos contaminantes.

En este aspecto, llama la atención una original iniciativa del gigante estadounidense Ford, que pretende fabricar piezas para sus automóviles a partir de los residuos generados por los granos de café que emplea McDonald’s, la popular cadena de restaurantes. Así se pretende abandonar progresivamente el uso de plásticos reciclando unos residuos que se producen a diario, los granos de café usados.

Reciclar diciendo adiós al plástico

Entre las muchas áreas de acción en la lucha contra la crisis climática, una de las que más buena prensa está ganando es la reducción del uso de plásticos. Y precisamente, los automóviles emplean una gran cantidad en sus muchas piezas externas e internas.

En una primera fase, Ford tiene pensado convertir restos de los granos de café, en concreto las cáscaras y restos que se generan durante el proceso de tostado, en una alternativa al plástico empleado en las carcasas de los faros. Y aunque McDonald’s no tuesta sus propios granos de café, el acuerdo entre Ford y McDonald’s ha puesto en contacto sus proveedores con el gigante de la automoción para reciclar esos restos y transformarlos en piezas de automóviles.

Fuente: Ford

En concreto, estas piezas de café convertidas en plástico sostenible se incorporarán en los modelos Ford Mustang y Lincoln Continental de 2020. De emplear plástico y talco a cáscaras de café que ya han sido usadas previamente. Así, Ford deja de usar dos materias primas no renovables como son el plástico, derivado del petróleo, y el talco, un mineral, y a cambio da una segunda vida a los restos de café derivados de producir café tostado para los establecimientos de McDonald’s.

Obviamente, esta idea no surge de la noche a la mañana. Ford cuenta con su propio departamento de materiales sostenibles que ha trabajado en los últimos años en buscar alternativas al plástico para elaborar sus vehículos.

El uso de materiales sostenibles

En el campo de la responsabilidad social, empresas de todo el mundo han incorporado el ecologismo y la sostenibilidad en sus agendas como manera de mejorar su imagen, en especial si han sido responsables durante décadas de lo que hoy conocemos como crisis climática.

Un vistazo a la documentación pública corporativa de Ford nos aporta datos sobre los cambios que viene haciendo de cara a optimizar el uso de recursos y a generar menos CO2 en la fabricación de sus vehículos. En el informe de 2018/2019, por ejemplo, destacan objetivos ambiciosos, como que en 2035, el 100% de sus fábricas deberían emplear energías renovables en todo el mundo. También habla de reducir el porcentaje de residuos generados o el uso de materias primas recicladas y/o reciclables.

En este aspecto, además del grano de café antes mencionado, Ford trabaja con soja, arroz, celulosa, trigo, ricino, yute o coco para sustituir el uso de plásticos en sus fábricas. La soja, por ejemplo, se viene empleando en las instalaciones de Ford desde 2011 para la fabricación de cojines.

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