En diversas regiones del mundo, los shows de pirotecnia son uno de los principales atractivos durante las celebraciones de año nuevo. Sin embargo, está claro que esto representa un problema de contaminación, sin olvidar los posibles riesgos de seguridad. Por lo anterior, las autoridades de Shanghái decidieron aprovechar las tecnologías actuales para reemplazar los fuegos artificiales y contribuir al cuidado del medio ambiente.
Y es que la noche del 31 de diciembre, en las inmediaciones del río Huangpu, 2.000 drones iluminaron el cielo de la ciudad asiática. Las pequeñas aeronaves formaron diversas figuras, desde una esfera gigante hasta un hombre corriendo. Este último tenía como objetivo representar cómo ha evolucionado Shanghái en las últimas 4 décadas. Incluso se observó un llamativo contador para dar la bienvenida al 2020.
Al igual que otros espectáculos que involucran una gran cantidad de drones, se recurrió a herramientas de software para coordinarlos a todos. Es decir, no fue necesario que cada aeronave fuera controlada por una persona de manera individual. Al finalizar la cuenta regresiva que despedía a 2019, los drones formaron los caracteres chinos "Zhui Meng", cuya traducción a la lengua de Cervantes es "persiguiendo sueños".
Desde 2017, el gobierno de China prohibió los juegos artificiales en más de 400 ciudades, un movimiento que forma parte de su iniciativa para hacer frente a la polución. Recordemos que algunas urbes del mencionado país, como Pekín y Shanghái, constantemente sufren altos índices de contaminación, por lo que estas normativas intentan frenar el problema. Por supuesto, la pirotecnia es solo uno de los muchas factores que impactan negativamente al entorno natural de la región.