Si hay algo que a todos nos guste hacer en las vacaciones de Navidad es agarrar una taza de chocolate caliente, meternos bajo la manta y encender la televisión para disfrutar —o no— de una película acorde con las festividades. Entre las cintas de sobremesa y el entusiasmo de Netflix por sumarse también a esta tendencia, tenemos mucho donde elegir. Por ejemplo, la nueva adaptación de Mujercitas, que llega a los cines de la mano de Greta Gerwig el mismísimo 24 de diciembre para quien prefiera pasar la tarde de Nochebuena en compañía de las hermanas March.
Para el resto de veladas navideñas, os dejamos una selección de algunas de las mejores películas de esta temática, desde los clásicos que llevan décadas amenizando las tardes en familia, hasta las últimas propuestas de la industria cinematográfica. Lo único que todas ellas tienen en común es el final feliz.
Un clásico: ¡Qué bello es vivir!
Ninguna lista de películas navideñas puede escapar sin la historia de George Bailey. Durante su estreno no fue especialmente bien acogida en taquilla, aunque la crítica elogió la historia y el magnífico guion. De hecho, se la nominó a los Oscar y el director, Frank Capra, recibió un Globo de oro por su trabajo. Con los años, la película se ha convertido en un clásico y muchos cines la reponen cada mes de diciembre, sobre todo en Estados Unidos.
¡Qué bello es vivir! nos lleva a la vida de un hombre generoso y altruista, pero desesperado, que pretende suicidarse. Para salvarlo de su destino, un ángel le muestra todo lo bueno que ha hecho por su pueblo y cómo serían las cosas de no existir él. Esta tierna premisa tuvo tanto calado que se ha reinterpretado en decenas de películas y series de televisión, desde Cosas de casa hasta Cuéntame cómo pasó.
Una nueva: Klaus
Klaus ha llegado a Netflix para hacernos llorar. Esta historia sobre el origen de Santa Claus, o Papá Noel, es un original y conmovedor relato con mensaje claro: un acto de bondad verdadero siempre conducirá a otro. A través de un protagonista mimado y egoísta, conocemos a una serie de personajes peculiares que se van uniendo para lograr un fin común, llevar juguetes a los niños.
Este relato no es solo de una ternura admirable en el guion y la estructura narrativa, también en la animación, sacada adelante por el estudio propio del director español, Sergio Pablos (Gru, mi villano favorito). En general, un producto divertido, ameno y adorable para ver en compañía y compartir un buen rato.
Un clásico: Love Actually
Otra auténtica delicia de las películas de Navidad es esta compilación de tramas románticas que confluyen en Nochebuena. Aunque en el momento de su estreno no llamó mucho la atención, la película terminó convirtiéndose en el clásico navideño que no puede faltar en las reposiciones de diciembre y que tiene un importante calado en la cultura popular. Seas o no de esos que se dejan llevar por el espíritu de los buenos deseos y los pastelosos gestos de amor de los protagonistas, Love Actually es una apuesta segura para pasar un buen rato y disfrutar de un elenco de gran categoría. Y es que esta historia tiene algo para todo el mundo.
A los fanáticos del drama les apasionará la escena magistral de Emma Thompson manteniendo la compostura frente a sus hijos al descubrir que su marido la engaña. A los más empalagosos, les chiflará el viaje final de Colin Firth o la conocida declaración de Andrew Lincoln a Keira Knightley. Y, por supuesto, al público en general les sacará una sonrisa el famoso baile de Hugh Grant al ritmo de Jump (For My Love) —aunque al actor le supusiera “un infierno” grabar esa escena”—. En resumen, sentarse a ver Love Actually es casi un deber navideño.
Una nueva: Un príncipe de Navidad
Se trata de la gran película navideña de Netflix, con la que la plataforma se subió definitivamente al carro del espíritu de estas fiestas y que ha funcionado tan bien que ya se ha convertido en trilogía. Un príncipe de Navidad utiliza todos los recursos de la comedia romántica facilona para enganchar al público: desde inventarse un país europeo regido por una familia real, hasta introducir la trama amorosa a través de una mentira que después será la base del conflicto entre los protagonistas.
Grandes gestos de amor, diferencia de clases y personajes secundarios planos y odiosos son el telón de fondo para una historia que triunfa por su simpleza, inverosimilitud e innegable ingenuidad. Eso sí, no es una cinta apta para todos los públicos, ya que solo los más acérrimos seguidores del género la disfrutarán de verdad. Para ellos, Netflix tiene preparado el romance inicial, la boda y, ahora, el bebé real. Una fórmula azucarada que no recomendamos mezclar con turrón, para evitar empachos.
Un clásico: Solo en casa
Cómo olvidar la tierna interpretación de Macaulay Culkin en esta comedia familiar en la que un niño se queda abandonado en casa durante las navidades. Sus ingeniosas formas de sobrevivir mientras la madre —una fantástica Catherine O’Hara, por cierto— sufre un arduo camino de vuelta a casa, no dejan de ser divertidas casi 30 años después. Como también lo son los ladrones que atemorizan al niño, interpretados por Joe Pesci y Daniel Stern.
Aunque en Hipertextual somos más partidarios de la primera parte, no podemos olvidar que esta exitosa película tuvo cuatro secuelas —cameo de Donald Trump en la segunda incluido—, aunque Culkin solo apareció en una de ellas. Por si no teníamos suficiente horas de entretenimiento, Disney+ lanzará un remake de Solo en casa con nuevos personajes. El protagonista confirmado será Archie Yates (Jojo Rabbit) y le acompañarán posiblemente Amy Kemper (The Unbreakable Kimmy Schmidt) y Rob Delaney (Catastrophe).
Una nueva: Last Christmas
Emilia Clarke protagoniza esta comedia romántica con tintes dramáticos que acaba de llegar a los cines. Interpreta a una joven que trabaja en una tienda de artículos de Navidad y tiene una pésima relación con su familia —entre la que se encuentra Emma Thompson—. Además, parece que todo le sale mal: no tiene piso, sus amigos están un poco hartos de ella y pasa las noches bebiendo y saliendo con hombres a los que en realidad no soporta. Todo cambia cuando conoce al chico adecuado, Henry Golding (Crazy Rich Asians).
Pese a lo que pueda parecer, Last Christmas huye de los planteamientos románticos clásicos y no nos deja con el mensaje de que el amor lo arregla todo. En su lugar, nos ofrece una historia en la que lo más importante son los lazos personales, ya sean de amor, de amistad o de comunidad. Aunque no es ninguna obra maestra, es más que recomendable darle una oportunidad si lo que buscas es una película sencilla, entretenida y con final feliz.
Un clásico: Cuento de Navidad
¿Qué habría pensado Charles Dickens en 1843 si supiera que su obra sería adaptada una y otra vez al cine en todos los formatos posibles? Desde luego, habría tenido que frotarse los ojos más de una vez de haber visto a Carrie Fisher en It’s Christmas, Carol! o a un pato de dibujos animados interpretando al viejo Scrooge en Una Navidad con Mickey.
Lo cierto es que tenemos decenas de opciones donde elegir para disfrutar de este cuento navideño. Ha habido adaptaciones clásicas y más ligadas al original, como la de 1951 con Alastair Sim, titulada Scrooge, o la posterior versión de 1984, protagonizada por George C. Scott.
Desde entonces, la historia de Ebenezer Scrooge y los fantasmas de la Navidad han pasado en numerosas ocasiones por la animación —destacamos la versión de 2010 con la voz de Jim Carrey- y la interpretación más libre, como en Scrooged o Los fantasmas atacan al jefe, la divertida adaptación con Bill Murray. Esta retaíla de títulos no parece que vaya a disminuir con los años y, de hecho, HBO prepara una miniserie de acción real que se estrenará el 23 de diciembre en la plataforma.
Una nueva: Anna y el apocalipsis
Ana y el apocalipsis es el resultado perfecto de mezclar la comedia adolescente, los musicales, los zombies y la Navidad. Por extraño que parezca, sí, esta fórmula funciona. La cinta se estrenó en 2018 como la adaptación al cine del corto Zombie Musical, merecedor de un BAFTA en 2010.
Es una de las propuestas más originales para pasar las fiestas, pero, sin duda, también una de las más divertidas. Y es que lo que toda historia coming of age necesita es una buena ración de gore, sangre de baratillo y decapitaciones zombies. Si la música es una constante para edulcorar el espíritu navideño, Ana y el apocalipsis nos invita a añadirle un toque de terror de serie B para animar el cóctel.
Un clásico: ¡Vaya Santa Claus! (The Santa Clause)
Es cierto que convertirse a la fuerza en un señor barbudo y regordete que se cuela por las chimeneas de las casas no parece plato de buen gusto. Y menos si te imponen el trabajo después de haber matado accidentalmente al anterior Santa Claus. Pero de esta forma tan peculiar comienza The Santa Clause, la comedia navideña de Tim Allen que disgusta y agrada a partes iguales.
Para quienes que derritan ante las tramas simples en torno a la relación de padres e hijos, esta película debe estar entre sus imprescindibles de la Navidad. Además, la cinta tiene dos secuelas que, si bien descarrilan un poco, son igualmente disfrutables y nos aseguran varias tardes de entretenimiento.
Una nueva: Navidad en casa
Hacemos un poco de trampa para recomendaros esta miniserie noruega que ha aterrizado recientemente en Netflix. La protagonista, cansada de que su familia la interrogue sobre su vida amorosa, se inventa que tiene novio. Tiene menos de un mes para encontrar una pareja real que presentar en casa en la cena de Nochebuena. Aunque la premisa suene un poco a Bridget Jones y no presente buenas expectativas, Navidad en casa es una grata sorpresa.
La serie rechaza de plano los preceptos de este tipo de historias y huye de los grandes clichés del amor romántico. Además, la protagonista tiene personalidad propia y una vida interesante más allá de sus intereses amorosos, un aspecto en el que suelen fallar las comedias románticas. Con un tono cálido a la par que humorístico, esta serie es una de las apuestas más interesantes de este año por el subgénero navideño.