Resulta interesante pensar que hace unos cuantos millones de años el que hoy es nuestro planeta fue un lugar dominado por animales tan colosales como los dinosaurios. No pisaron el mismo suelo exactamente, pero estuvieron en los mismos lugares que hoy podemos poblar y visitar.

En cambio, no es posible decir lo mismo de su lugar en nuestra galaxia. Esto es precisamente lo que ha mostrado la científica de la NASA Jessie Christiansen en un vídeo en el que se puede ver el viaje del sistema solar a través de la Vía Láctea y cómo los dinosaurios lo fueron acompañando, periodo tras periodo. Y es que, no, al contrario de lo que solemos pensar, el Sol no está quieto y su posición ha variado mucho en todo este tiempo.

El viaje de los dinosaurios

El Sol no se encuentra en un lugar fijo de la galaxia, sino que gira en torno a un punto de su centro, en un viaje que tarda aproximadamente 250 millones de años en completarse.

Christiansen se encontraba explicando esto en una actividad divulgativa, en el Instituto de Tecnología de California, cuando decidió utilizar el tema de los dinosaurios para ilustrarlo. Explicó que la última vez que el sistema solar estuvo en su lugar actual de la galaxia fue en pleno apogeo del Triásico, cuando los dinosaurios comenzaban a emerger. Sorprendida, comprobó que este ejemplo resultó muy llamativo y desconocido a los asistentes, por lo que decidió realizar un vídeo que lo resumiera aún mejor que sus propias explicaciones.

Reconstruyen el primer día del fin de los dinosaurios

Con ayuda de Robert Hurt y Carolyn McKee, reunió una serie de diapositivas en las que se observa el viaje del sistema solar y se especifica dónde se encontraba en el momento en el que cada especie de dinosaurio caminó sobre la Tierra. El resultado es una animación muy útil, para explicar un concepto relativamente complejo. Eso sí, fue necesario que la investigadora aclarara un par de erratas, poco después de la publicación del vídeo en su cuenta de Twitter. Por un lado, falló al decir que la órbita se completa en 200 millones de años, en vez de 250, y, por otro, al poner a los plesiosaurios como ejemplo de dinosaurios. Es cierto que estos suelen nombrarse comúnmente como “dinosaurios marinos”, pero en realidad pertenecen a un superorden diferente, por lo que no pueden clasificarse como tales.

Un periplo cambiante

El vídeo expone de una forma muy simplificada la órbita del sistema solar en torno al centro de la Vía Láctea. Sin embargo, no ocurre de una forma tan sencilla, ya que otras estrellas y sistemas planetarios alrededor se mueven también, pero con velocidades y órbitas distintas. Concretamente, los objetos que se encuentran en la parte más interna se mueven más rápido que los que se ubican en el exterior. Además, la propia galaxia se desplaza, acercándose poco a poco a la vecina Andrómeda.

Descubren un tiranosaurio ‘de bolsillo’

El resultado, según ha explicado la autora del vídeo a Business Insider, es una especie de movimiento en espiral, por el cual una vez finalizada una órbita completa el Sol no se encuentra exactamente en el lugar del que partió. De cualquier modo, lo importante es que no se aproxime al centro galáctico, ya que es una zona inhóspita en la que la vida sería imposible, a causa del exceso de radiación y la dinámica inestable de la zona. Nuestro sistema estelar se mueve, como los demás, pero lo hace siempre manteniéndose en puntos habitables. Gracias a eso, hemos podido vivir en él, desde los dinosaurios hasta los humanos. Que a los primeros los destruyera un meteorito y los segundos nos estemos cargando el planeta más habitable en torno al Sol ya es otro cantar.