Nuevo varapalo para las relaciones exteriores de Venezuela, el Gobierno de los Estados Unidos ha emitido una orden ejecutiva 13884 por el que prohibe las transacciones entre servicios norteamericanos y su uso en Venezuela, incluyendo el de los usuarios particulares, que ha tenido como primer resultado que Adobe, la compañía propietaria de Photoshop, Lightroom, Ilustrator, etc. deje de operar en el país sudamericano.

En un email remitido a los usuarios del país, Adobe anuncia que deja en suspenso toda actividad, incluyendo la posibilidad de usar su software a través de la licencia de Creative Cloud, y las cuentas de aquellos que usen su suite o cualquiera de sus aplicaciones en Venezuela a partir de hoy mismo. No obstante, la compañía ha confirmado un período de gracia que permite a los usuarios venezolanos descargar su contenido de la nube hasta el 28 de octubre:

"Debido a la reciente Orden Ejecutiva Presidencial en los Estados Unidos (Orden Ejecutiva 13884) concerniente a las actividades con el Gobierno de Venezuela, Adobe ya no está autorizado a proporcionarte acceso al software y a los servicios, ni a permitirte realizar nuevas compras"
"Después del 28 de octubre de 2019, ya no tendrás acceso a tu cuenta, a Adobe.com o al software y los servicios de Creative Cloud"

Esto es un problema importantísimo para los usuarios venezolanos, en tanto que la suite de Adobe es casi un estándar para todo el personal creativo y un paso casi obligatorio para tener relaciones comerciales con empresas del exterior, sobre todos aquellos que trabajan de forma autónoma. Es más, los usuarios tampoco recibirán un reembolso de sus compras, aunque hayan pagado un año completo, en tanto que la compañía apunta a que "no podemos emitir reembolsos. La Orden ejecutiva 13884, ordena el cese de toda actividad con las entidades, incluidas las ventas, servicio, soporte, reembolsos, créditos, etc."

Además, no hay un período determinado en el que va a estar en vigor la orden ejecutiva, por lo que se trata de un medida indefinida que deja a los usuarios venezolanos sin poder usar el software de Adobe y, muy probablemente, el acceso a otras aplicaciones y servicios de terceros en el medio plazo, sobre todo aquellas que entren dentro de las competencias de la mencionada directiva antes mencionada.