Los escándalos de privacidad parecen no tener fin en Google y el incidente más reciente tiene que ver con el modo en como la empresa comparte tu información a anunciantes sin que te des cuenta, una situación que ha prendido focos rojos entre los reguladores europeos.

De acuerdo con Financial Times, Google ha sido acusada por Brave — creadores del navegador del mismo nombre — de recopilar información de los usuarios en páginas web ocultas que se utilizan como parámetro para desplegar publicidad dirigida.

Johnny Ryan, director de política de Brave, descubrió que Google rastreó su actividad mientras navegaba en Chrome. Mediante una página en blanco que el usuario nunca ve, terceros pudieron acceder a su información para ofrecerle publicidad.

Ryan encontró que Google asigna una dirección única que utiliza la ubicación del usuario y el tiempo en que está navegando. El ejecutivo de Brave dice que la información es utilizada en Authorized Buyers, un mercado de subastas en donde se venden los anuncios en tiempo real.

Luego de una hora de navegar, Ryan descubrió que su información fue enviada, al menos, a ocho compañías publicitarias. Para confirmar lo anterior, Brave buscó el apoyo del analista Zach Edwardsm quien replicó el descubrimiento a gran escala durante un mes y encontró que Google asigna un identificador único a cada persona para servirle publicidad dirigida.

Google ha respondido que no ofrecen publicidad personalizada o pujas en su mercado de subastas sin antes contar con el consentimiento del usuario. La empresa dice que sus anuncios están orientados según el tipo de contenido en una página web, y no en las circunstancias personales de las personas que las visitan.

La información proporcionada por Ryan servirá como evidencia en la investigación que se le ha iniciado a Google en Irlanda por utilizar datos sensibles de los usuarios en las transacciones publicitarias.