La primera temporada de la serie The Boys disponible en Amazon Prime Video, sorprendió a crítica y público por su cínica visión sobre el héroe, luego de años que Marvel y después DC llevaran a la pantalla y chica grande una versión descafeinada y la mayoría de las veces, bidimensional del tema. Pero con la adaptación de la obra de Garth Ennis, la ultraviolencia, el sexo y el miedo llegaron al universo superheróico por la puerta grande.
Para el final de temporada, The Boys además demostró que nada es lo que parece, en un mundo en el que el poder está en manos de una pandilla corrupta, violenta y manipuladora. Aunque ya el argumento había dejado muy claro que tanto “heroes” como “villanos” tenían motivaciones más que dudosas en su implacable enfrentamiento, el final fue más allá: cuestionó de todas las formas posibles la historia que hasta ahora había contado y abrió un cliffhanger monumental que dejó a los fanáticos entre confusos y a la expectativa.
¿Qué ocurrirá ahora con Billy Butcher (Karl Urban), perdida las motivaciones y descubierto el colosal engaño que sufrió? ¿Cuáles son los planes de Homelander (Antony Starr) luego de descubrir su mayor secreto?
Démosle un poco de contexto a lo ocurrido: en el cómic de Ennis la historia sobre la familia de Butcher queda clara desde el primer número. El odio del personaje hacia Los Siete y en especial contra Homelander, proviene de la trágica muerte de su esposa, luego de ser violada por el superhéroe y quedar embarazada, lo que provocó su muerte durante el parto. La trama hace hincapié en el hecho que, además, lo ocurrido fue ocultado por la Corporación Vought para proteger la reputación de uno de sus mayores activos. El resultado es una venganza a gran escala que Butcher no sólo encarna sino también, intenta llevar a cabo a través de toda la historia.
Pero el showrunner Eric Kripke decidió dar un cambio radical al argumento e incluirlo como final de una temporada sorprendente por sus altos niveles de sadismo, crueldad y violencia. La última escena del cierre de temporada de The Boys toma un camino del todo distinto al cómic al mostrar una versión alternativa sobre la trágica historia de Butcher, que ahora tiene connotación radicalmente opuesta y sin duda, con un altísimo ingrediente satírico y que echa por la borda, la cruzada contra los superhéroes que el personaje llevó a cabo durante los anteriores episodios del show.
Luego de haber asesinado a la vicepresidenta de Voight, Madelyn Stillwell (Elisabeth Shue), Homelander lleva a Butcher hasta el jardín de una casa desconocida en las afueras de la ciudad. De ella, salen un niño rubio y después… Becca, la supuestamente fallecida esposa del personaje. Para más inri, el superhéroe aclara que el pequeño es hijo de Butcher, lo que termina por cerrar un hilo argumental que hasta ahora, había sido muy claro. Sin duda, la escena cambia por completo la estructura que hasta entonces había tenido la historia —y las motivaciones de sus personajes— además de atestar un considerable golpe de efecto a la percepción acerca de la atmósfera de la serie.
¿Qué significa que Becca siga viva y, además, que el hijo que concibió con Homelander haya sobrevivido? Varias cosas, a cuál más significativa: en primer lugar, la mujer se ocultó por ocho años de su esposo y cuidó de un niño concebido durante ¿una violación? y junto al hombre que le agredió. Además, queda la incógnita de la naturaleza del bebé: ¿Se trata de un híbrido entre un ser humano corriente y un “súper”? Todo parece indicar que sí, lo que pondrá a Butcher en la disyuntiva de cuestionar su decidida intención de eliminar a todos los superhéroes. ¿Lo hará también con hijo?
Pero vayamos más atrás: durante todo el capítulo se dejó claro que la supuesta violación de Becca fue en realidad una seducción, lo que hace que Homelander sea “inocente” de uno de los crímenes que se le acusa. Un villano que no lo es tanto (o al menos a partir de ese punto de vista) y un antihéroe (Butcher) retorcido, que de pronto, debe enfrentarse a las debilidades de su venganza.
¿Contra qué lucha Butcher? ¿Su verdadero enemigo es Homelander o el resentimiento que le provoca lo ocurrido con Becca? ¿Será esa perspectiva la que sostendrá en adelante al mundo en que habitan los personajes?
Otra cosa a tener en cuenta, es la muerte de Madelyn Stillwell, que sin duda podría ser la puerta a uno de los arcos más violentos del cómic: La demencial cruzada de Homelander, que le llevará a intentar asesinar al presidente de Estados Unidos y a todos los superhéroes que se le enfrenten o directamente, no le apoyen. Un viaje a la locura que podría brindar a la serie una nueva dimensión desde la crítica y el cuestionamiento de las relaciones de poder, algo que mostró en esta temporada de manera brillante.
Un suculento e inevitable giro
Para Eric Kripke, la posibilidad de explotar la historia del hijo mitad superheróico y humano de Butcher, resultó demasiada tentadora como para ignorarla. Desde la perspectiva del productor, el hecho que sea “la mitad de la persona que más ama en el mundo, y la mitad de la persona que más odia” era el colofón para una temporada cargada de una inteligente versión del odio y el resentimiento, convertidos en herramientas para contener un poder superior.
Por supuesto, es evidente que, para los guionistas, analizar qué ocurriría si Becca hubiera sido seducida en lugar de violada, crea toda una nueva connotación sobre Homelander como villano hedonista, mucho más aún después de la forma en que se tocó el tema del acoso y el abuso en esta temporada. Ahora, la gran pregunta parece ser ¿cuál será la forma en que el show muestre al villano siniestro de amplia sonrisa ahora que el argumento conduce a lugares por completos distintos?
Descubrir que el conflicto central de la serie se basa en conceptos erróneos es quizás uno de las formas más inteligentes de asegurarse que la segunda temporada será un acto subversivo de origen. La historia comenzará desde un lugar muy lejano del material original y además, deberá intentar unir todas las piezas de la historia en papel y en pantalla, para crear algo sorprendente. ¿Lo logrará? En verano del 2020 tendremos la respuesta.