Descubrir una nueva especie animal es una de las experiencias más interesantes que pueden vivir los científicos dedicados a ello, sobre todo por haber sido los primeros en describir algo que había estado ahí durante muchísimos años, oculto a los ojos humanos. Pasado ese gran momento, llega la oportunidad de darle nombre. Algunos investigadores no dudan en ponerle su propio nombre o apellido, otros deciden homenajear a seres queridos o personajes famosos a los que admiran y en algunos casos incluso optan por elegir el nombre de un lugar. Pero, sin duda, resulta especialmente llamativa la tendencia a bautizar especies en honor a personajes ficticios de sus series o películas favoritas. Desde luego, es una gran forma de subir un peldaño en la escalera del buen friki.

Los animales de Juego de Tronos

Hormigas del género Pheidole, (Sarnat et al., 2016)

Dada la fama que ha tenido la serie de HBO en los últimos años, y a pesar del descontento de muchos fans con el final, no es extraño que últimamente se hayan bautizado muchos animales en honor a sus personajes.

La última ha sido Paramonovius nightking, una mosca que ha recibido su nombre en relación al Rey de la noche, tanto por sus amenazadora apariencia como por su capacidad para comer a los insectos a los que parasitan desde dentro hacia fuera, convirtiéndolos en algo muy similar a un zombie.

La ‘avispa escorpión’, el bicho que te mata desde dentro

Del hielo al fuego y de las moscas a los escarabajos. A finales del año pasado, un entomólogo de la Universidad de Nebraska presentaba las tres especies de coleópteros que acababa de descubrir y bautizar en honor a los tres hijos de Daenerys Targaryen: Gymnetis drogoni, Gymnetis rhaegali y Gymnetis viserioni. Curiosamente, no son los únicos insectos cuyos descubridores sentían admiración por estos dragones. También en 2016 un equipo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa decidió que las dos hormigas que acababan de hallar merecían llamarse como dos de ellos. Nacieron así Pheidole viserion y Pheidole drogon.

Lógicamente, tampoco podía faltar su madre, aunque en este caso no se trata de un insecto, sino de Tritonia khaleesi, una babosa marina cubierta por una serie de apéndices que, según sus descubridores, recuerdan en parte al cabello de Emilia Clarke en la serie.

El Señor de los Anillos fuera de la Tierra Media

Gollumjapyx smeagol, Kani (Wikimedia commons)

Todo el universo creado por J.R.R. Tolkien merece cualquier homenaje que se le pueda hacer. Los zoólogos lo saben y por eso muchos han bautizado sus hallazgos con los nombres de algunos de sus personajes.

Uno de los personajes emblemáticos de las novelas del escritor británico es sin duda el impredecible Gollum. Por eso, son muchos los científicos que han llamado especies en relación a él. Una de ellas es el tiburón Gollum suluensis, característico del Mar de Sulu, en las Islas Filipinas. También tenemos un Gollum en España, aunque no es un tiburón, sino un insecto. Se trata del Gollumjapyx smeagol, una especie que habita en cuevas de Castellón y Tarragona. En este caso la decisión de llamarlo de este modo procede precisamente de su adaptación a la vida subterránea, que coincide con los hábitos de Gollum, un individuo que convive con su segunda personalidad, llamada Smeagol.

Pasando a los hobbits, ni Frodo ni Bilbo podrían faltar. El primero le da nombre a todo un género de caracoles extintos, el Frodospira, mientras que el segundo aparece en el nombre de escarabajos, como el Pericompsus bilbo o el Macrostyphlus bilbo. Este último incluso tiene al más entrañable de los magos de la Tierra Media como compañero: el Macrostyphlus gandalf.

Ledumahadi mafube: el nuevo dinosaurio que haría flipar a John Hammond

También los dinosaurios pueden bautizarse según esta premisa. Por eso, cuando en 2012 se descubrió en Marruecos un hueso de la parte superior del ojo de un dinosaurio que no había sido descrito hasta el momento, los científicos que lo encontraron no dudaron en bautizarlo en referencia al ojo más famoso del universo tolkiniano: Sauroniops pachytholus.

Que las nuevas especies te acompañen

Murciélago Yoda. Crédito: Papua New Guinea, Star Wars, UK, University of York, Nancy Irwin, Alfred Russel Wallace, Jedi Master, York Department , iLCP

Una saga tan antigua y con tantos seguidores como Star Wars es también un gran caldo de cultivo para la aparición de nuevos nombres de especies.

Uno de los más simpáticos es Nyctimene papuanus. Si bien este no hace referencia a las películas en su nombre, es conocido comúnmente como murciélago Yoda. Y no es para menos, pues su cara y sus orejas recuerdan inevitablemente al famoso maestro Jedi. Esta es precisamente la razón detrás del nombre de Albunione yoda, un crustáceo marino, cuyas hembras poseen en su cabeza largas extensiones laterales ligeramente curvadas similares a orejas.

También en el lado oscuro hay representantes tan interesantes como Ricinus vaderi, un piojo bautizado así en 2016 por el parecido entre su cabeza y el casco de Darth Vader.

Animales mágicos, pero reales

Eriovixia gryffindori. Crédito: Sumukha J. N

El mundo mágico de Harry Potter está repleto de nombres e historias de animales fantásticos, de apariencias de lo más variopintas. Pero también en el mundo real hay especies que nos recuerdan a algunos de los personajes de la saga.

Este es el caso de Ampulex dementor, una especie de avispa que no chupa el alma ni los recuerdos felices de nadie, pero sí que da un “beso” muy traicionero a las cucarachas, convirtiéndolas en zombies paralizados y a su merced.

Otro caso especialmente interesante es el de Eriovixia gryffindori una araña que recibe su nombre en honor a la casa de los tres protagonistas de la saga, pero en realidad podría ser el de cualquier otra, pues lo hace por su curioso parecido con el sombrero seleccionador. Pero no es la única araña de descubridores potterheads, también una australiana del género Aname, hallada en 2012, fue bautizada como el arácnido más famoso de las novelas: Aname aragog.