Hay consejos universales cuando hablamos de seguridad y dispositivos electrónicos que deberíamos tener tatuados en nuestra memoria y no olvidar nunca, como por ejemplo bloquear nuestro dispositivo con contraseña, patrón, huella dactilar o cualquier medida de seguridad que ofrezca nuestra computadora o smartphone si no vamos a usarlo o nos alejamos de él durante un rato.
Otro consejo universal es el de no abrir mensajes, correos electrónicos o archivos desconocidos, e incluso desconfiar de los que vienen de una fuente conocida pero de cuyo contenido no sabemos nada. Y en la época en la que sólo accedíamos a internet desde el PC, se recomendaba, y se sigue recomendando, contar con cortafuegos y antivirus. Es más, Windows ha ido incorporando estas dos herramientas e incluso macOS tiene su propio cortafuegos y su propia solución de análisis de archivos.
Pero hay herramientas de seguridad que no gozan todavía de la suficiente popularidad o que no consideramos todavía imprescindibles, como las soluciones VPN, si bien en los últimos años han ganado popularidad, especialmente por la necesidad de acceder a servicios como HBO, Hulu o Netflix para ver el catálogo de otros países.
Privacidad como valor a proteger
En un artículo anterior titulado Los mejores proveedores de VPN para navegar sin límites definía VPN como “acrónimo de Virtual Private Network, Red Privada Virtual en castellano, y aunque sirve para muchas cosas, sus principales aplicaciones son saltarse limitaciones impuestas por nuestro proveedor de internet, límites o bloqueos del país desde el que accedemos a la red o protegernos del exceso de celo o vigilancia por parte de páginas web (Google, Amazon), redes sociales (Facebook) y/o proveedores de internet”.
En palabras de McAfee, una de las empresas de seguridad que ha apostado por la tecnología VPN introduciendo esta función en sus productos, contar con VPN en nuestros dispositivos conectados sirve para “proteger su privacidad e identidad”, “acceder a sitios web bloqueados” y “navegar por internet de forma anónima”. Con todo, esto no significa que las herramientas VPN sean la panacea de la seguridad y la privacidad. La propia McAfee advierte que “una VPN no impide que otras aplicaciones funcionen como está previsto”, es decir, “su navegador de internet sigue rastreando su historial de navegación y almacena datos en caché” y “las aplicaciones para compartir archivos siguen registrando las conexiones cuando se cargan o descargan archivos”.
Dispositivos móviles y VPN
¿Cuántas veces has accedido a internet desde una conexión Wi-Fi pública? ¿Has tomado precauciones? Volviendo a McAfee, “si usa una red Wi-Fi pública en lugares como cafeterías o aeropuertos, es vulnerable a múltiples amenazas. Estas amenazas incluyen ataques de sniffing de contraseñas y de tipo man-in-the-middle, en los que los hackers "escuchan" las conexiones realizadas con la red Wi-Fi para robar sus datos privados, como contraseñas o datos bancarios o de la tarjeta crédito”.
Está claro que es cuestión de probabilidades. Con la cantidad de gente que se conecta a diario a puntos Wi-Fi públicos, ¿qué posibilidad hay que sea yo víctima de un ataque? Eso sin contar qué clase de información compartimos o enviamos desde nuestros dispositivos estando conectados. Pero que las probabilidades no sean muy altas no implica que nunca nos pase.
Sea como fuere, la tecnología VPN está ahí y se hace cada vez más necesaria. Además de las empresas de seguridad, nombres importantes de internet como Mozilla anunció no hace mucho que integraría VPN en Firefox. Por otro lado, miembros del proyecto Tor dieron a entender que iban a ofrecer una extensión para integrar su servicio de anonimato en el navegador Firefox de Mozilla, una solución similar al VPN y que tiene mosqueados a todo aquel que quiere vigilar las comunicaciones de los demás, como Rusia.