El Barcelona Supercomputing Center (Centro Nacional de Computación, BSC por sus siglas en inglés) ha ganado una subvención de la Comisión Europea (CE) para comprar un nuevo superordenador, el MareNostrum V, que será 17 veces más rápido que el actual, el MareNostrum IV, y que, previsiblemente, comenzará a funcionar el próximo 31 de diciembre del 2020.
Esta ayuda europea supondrá la mitad del coste de la máquina, es decir, unos 100 millones de euros. La otra mitad, que irá también para el mantenimiento del superordenador durante cinco años, tendrán que ponerla el Gobierno, la Generalitat y la UPC, patrones del BSC. Además, todavía queda por ver cuánto dinero pondrán los países que formaron el consorcio de apoyo a Barcelona: Portugal, Turquía y Croacia. En el caso de Irlanda, que apoyó a la ciudad catalana, todavía no ha decidido si se integrará en el consorcio, para lo que también tendría que poner dinero.
Los países con los que luchaba España para la subvención eran Italia y Finlandia. En un principio se pensaba que tan solo dos de los tres conseguirían el dinero para hacer sus superordenadores, pero la CE ha decidido finalmente conceder subvenciones a los tres. No obstante, este dinero convertirá a Barcelona en la capital europea de la investigación: durante los últimos años el BSC ha sido la universidad que más fondos ha captado en I+D.