Con el E3 2019 finalizado y las dos consolas de próxima generación semi-anunciadas, los rumores han comenzado a surgir respecto a cuál será la más poderosa. Justo antes del evento se había dicho que algunos desarrolladores anticipaban que la PlayStation 5 superaría a la Xbox Scarlett en este terreno, y nuevos reportes vuelven a tocar el tema.
Colin Moriarty, antiguo editor de IGN, reveló en su podcast más reciente que la PS5 sería más poderosa que Scarlett. El periodista se basa en lo dicho por algunos desarrolladores que ya cuentan con los dev kits de ambos fabricantes.
Los datos específicos del hardware de ambas consolas no han sido revelados, pero algunos desarrolladores — como Toshihiro Nagoshi, director de la serie Yakuza — han hablado maravillas del poder de procesamiento y las posibilidades que ofrece la PlayStation 5 en términos de inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Tanto la PS5 como Scarlett están basadas en la tercera generación de Ryzen con un CPU Zen 2 de 7 nm que cuenta con ocho núcleos. En términos de GPU será una versión personalizada de la familia Navi, la cual se dice ofrecerá compatibilidad para ray-tracing.
Del resto de especificaciones se sabe que la memoria RAM será GDDR6, las consolas serán capaces de mostrar tasas de refresco variables y contarán con un SSD con tiempos de carga ultra rápidos, que en el caso de Scarlett, también podrá utilizarse como memoria virtual.
El hardware no será lo único importante
De confirmarse los rumores, Sony repetiría la dosis al lanzar una consola más potente Microsoft. Recordemos que el PlayStation 4 contaba con una GPU más poderosa que el Xbox One. Más adelante Microsoft revirtió la situación al lanzar una Xbox One X que superaba a la PlayStation 4, ofreciendo jugabilidad en 4K.
Si bien el hardware es un componente importante en la próxima generación de consolas — sobre todo si hablamos de 4K u 8K — las especificaciones técnicas no serán la clave para salir vencedor. La combinación de juegos, precio y estrategia post-lanzamiento es vital.
A eso debemos sumar un componente que parece esencial a futuro: los servicios. Con una industria del entretenimiento basada en servicios de suscripción, como Netflix, Spotify o Apple Music, los videojuegos también comienzan a aprovechar este modelo de negocio. Microsoft apuesta por Xbox Game Pass, un modelo de renta mensual que permite jugar títulos en su lanzamiento.