Uno de los temas centrales de Google durante el pasado Google I/O fue el de la privacidad, especialmente en sus modelos de machine learning. Esto permite, por ejemplo, a su teclado mejorar los sistemas de predicción sin realmente saber qué estamos escribiendo a cada momento del día. Pero esto no funciona así con nuestros dato en todos sus servicios, ni mucho menos: al fin y al cabo es una compañía que gana dinero vendiéndolos.
Google Pay tiene tres ajustes de privacidad de los que podemos hacer opt-out. O al menos eso es lo que sabemos desde ayer mismo, cuando en Bleeping Computer publicaban su existencia a partir del comentario de un usuario que llegó a ellos. La razón de este descubrimiento, es que se encontraban ocultos en apariencia, sin poder acceder a ellos de una forma directa y a través del propio servicio.
Estos ajustes estaban únicamente disponibles a través del siguiente enlace:
Ante la difusión de la noticia, Google se apresuró a afirmar que "las diferentes vistas de estos ajustes son un error de una actualización de software previa" y fue corregido horas después.
Mejorar tu privacidad, en tres checks
Ahora, en los ajustes de Google aparecen las tres siguientes opciones, textualmente:
- "Permitir que Google Payment Corporation comparta información obtenida a través de terceros sobre tu solvencia crediticia con otras empresas que pertenezcan a Google LLC y se encuentren bajo su control [...]"
- "Permitir que las empresas que pertenecen a Google LLC y se encuentran bajo su control utilicen tu información personal para ofrecerte servicios comerciales. [...]"
- "Permitir que Google LLC o sus afiliados informen a un comercio de terceros, cuyo sitio web o aplicación has visitado, de si tienes o no una cuenta de Google Payments que pueda utilizarse para realizar pagos con ellos. Si inhabilitas esta opción, es posible que no puedas utilizar Google Payments para realizar transacciones con algunos comercios de terceros."
Estas tres opciones están activadas por defecto. Desactivándolas conseguimos que Google no utilice, respectivamente, los datos de nuestra solvencia obtenidos de otras empresas en otros servicios suyos; no reforzarán los datos de estos servicios con datos de Google Pay y, por último, no compartan el dato de si tu –como usuario– que has visitado su web dispones de una cuenta en Google Pay.
Desactivándolas se consigue que nuestra información en Google Pay esté algo más reservada al uso exclusivo de este servicio, y no beben de ella el resto de servicios de Google. Esto puede tener grandes implicaciones a nivel publicitario, pues los pagos incorporan información mucho más certera de tus capacidad adquisitiva, ubicación o intereses específicos. Al menos ahora se puede acceder a ellos directamente a través de los mismos ajustes de la plataforma de pago.