Hace poco repasábamos algunos trucos para que pudieras crear contraseñas seguras y fáciles de recordar, así como algunos consejos para que tus contraseñas no caigan en malas manos. O como mucho, si una es descubierta, las demás sigan siendo seguras.
Pero con el tiempo resulta imposible memorizar todas nuestras contraseñas, ya que estamos presentes en decenas de redes sociales, servicios online y páginas web que requieren una cuenta de usuario. De ahí que, desde hace años, contemos con la inestimable ayuda de los navegadores web, que integran su propio gestor de contraseñas.
Y en caso que prefieras manejar tus claves y contraseñas desde varios dispositivos, tal vez prefieras emplear un gestor de contraseñas al uso. Te recomendamos varios, disponibles en versión escritorio y móvil para distintas plataformas.
Por último, te vamos a recomendar varios sitios web especializados en brechas de seguridad. Es decir, te permitirán saber si tu cuenta de correo electrónico forma parte de alguna filtración de contraseñas. Si es así, podrás cambiar tu clave para evitar que accedan, tarde o temprano, a la cuenta de usuario afectada.
El navegador como gestor de contraseñas
La práctica totalidad de contraseñas que debemos memorizar tienen que ver con aplicaciones y servicios online, de manera que habitualmente el navegador web es el encargado de guardarlas por nosotros. Con anterioridad, hemos visto cómo recuperar contraseñas olvidadas que estén guardadas en el navegador.
También es posible importar y exportar las contraseñas si vas a cambiar de navegador o quieres tenerlas en ambos, si bien actualmente la mayoría de navegadores permiten sincronizar las contraseñas.
Google Chrome, por ejemplo, guarda las contraseñas en el navegador y en tu cuenta de Google, de manera que si inicias sesión con esa cuenta en distintas instancias de Chrome, en PC, Mac y/o dispositivos móviles, tendrás esas contraseñas guardadas y disponibles.
Lo mismo ocurre con Apple Safari. Si tienes activado iCloud, las contraseñas estarán guardadas y disponibles en Safari para macOS pero también en las versiones para iOS (iPhone, iPad). Es más, la versión más reciente de iOS permite recuperar contraseñas guardadas para usarlas en otras aplicaciones o navegadores web en tu iPhone o iPad. Y ambas versiones, escritorio y dispositivos móviles, cuentan con un generador de contraseñas seguras.
Mozilla Firefox también guarda las contraseñas a buen recaudo. Y para tenerlas sincronizadas entre dispositivos, basta con iniciar sesión en su servicio Firefox Sync.
Gestores de contraseñas
Pero tal vez prefieras una aplicación específica para el guardado de contraseñas. Así podrás recuperarlas cuando las necesites, dentro y fuera del navegador. Los siguientes gestores de contraseñas tienen extensiones para los navegadores y aplicaciones móviles para así tener siempre a mano nuestra caja fuerte de contraseñas.
También cuenta con generadores de contraseñas seguras y permiten guardar información adicional, como datos bancarios, notas seguras, etc.
Filtraciones de contraseñas
Ya hemos visto cómo crear contraseñas seguras y tenemos dos maneras prácticas y relativamente seguras de guardar un buen puñado de claves sin tener que recordarlas todas. Ahora nos falta estar informados sobre si nuestras claves han sido descubiertas.
Y es que por mucho que tu contraseña sea segura y no permitas que nadie la vea, es posible que el servidor donde está guardada no sea tan seguro y haya una filtración. A principios de 2019 se descubrió una filtración de más de 773 millones de direcciones de correo electrónico.
Así pues, contamos con la ayuda de varios portales especializados en descubrir y averiguar filtraciones de contraseñas. Para consultarlos, basta con indicar tu dirección de correo electrónico asociada a una o más cuentas de usuario y te dirán si forma parte de alguna filtración conocida.
Si es así, lo mejor es cambiar esa contraseña y/o contraseñas asociadas a esa cuenta. Que tu dirección esté en una lista de filtraciones no implica que alguien la llegue a utilizar, pero es mejor ser precavido.
No está de más volver a recordar las recomendaciones habituales: no repitas la misma contraseña, no dejes tus contraseñas apuntadas en papel o en documentos digitales a la vista (como mucho, que ese documento esté protegido, a su vez, por una contraseña), no compartas tus contraseñas con nadie... Y como último consejo, aprovecha los nuevos métodos de seguridad como autenticación en dos pasos o verificación de huella dactilar…