El Nexus 6P fue uno de los dos últimos teléfonos de Google de la mano de otro fabricante, acompañando al Nexus 5X. Fabricado por Huawei, el teléfono más grande y con mejores acabados no tuvo una gran acogida, pero aun así decenas de miles de usuarios experimentaron problemas de diversa índole que 3 años y medio después siguen camino a resolverse en los tribunales.

Google y Huawei han acordado esta semana a indemnizar a los usuarios de los dispositivos que experimentaron apagados espontáneos, independientemente del nivel de batería, durante varios años. En total y según cuenta The Verge, el acuerdo aparta hasta 9,75 millones de dólares para dar carpetazo a demanda colectiva que comenzó en abril de 2017, hace ahora dos años.

Tres años y medio después

Las compensaciones, que se harán únicamente a los usuarios partícipes de esta demanda colectiva en Estados Unidos, todavía han de ser aprobadas por el tribunal y ascienden a un total de hasta 400 dólares por dispositivo. Según los demandantes, Google y Huawei incumplieron la garantía del mismo al ser conscientes del problema que hacía lo hacía inusable sin solucionarlo durante más de un año, y continuaron distribuyendo unidades defectuosas sin reconocerlo.

Será el próximo 9 de mayo cuando el tribunal decida, o no, aprobar esta compensación a los usuarios que lo adquirieron tras su lanzamiento, en septiembre de 2015. Los 400 dólares se entregarán a aquellos que conserven el dispositivo y a cambio de él, mientras que para los que lo cambiaron por un Pixel XL en un programa de recambio a partir de septiembre de 2017, la compensación será de únicamente 10 dólares. Habrá que documentar, eso sí, el fallo en cuestión para recibir la indemnización más alta. Quienes no puedan hacerlo recibirán una compensación de hasta 75 dólares.

No se trata de la única disputa en relación a la garantía de los smartphones con Android, e incluso Nexus en particular. Los fallos espontáneos a varios de ellos ya supusieron un varapalo para la reputación de LG, que pagó un total de 425 dólares por dispositivo –o hasta 700 como reembolso– por los Nexus 5X o los LG G4, V10 y V20 en enero de 2018. Desgraciadamente, los bootloops han sido un evento relativamente común en los smartphones y tablets Nexus, cuya ralentización les persigue desde el Nexus 7, el primer tablet de Google.