El hallazgo se realizó en 2010 por una estudiante de la Universidad Austral de Chile, según señalan desde Reuters y que se ha publicado esta semana en la revista PLOS One. En ese momento no sabían, todavía, que estaban ante la huella más antigua encontrada hasta el momento en América del Sur, y probablemente del continente entero.
Durante estos últimos nueve años los investigadores, supervisados por la paleontóloga Karen Moreno, han estudiado el origen de esta huella ya que no se sabía si podía pertenecer a un humano a un animal. Además, también había que datar la huella y el resultado fue toda una sorpresa. La huella tiene alrededor de 15.600 años por lo que se convierte en "la primera evidencia humana en las Américas mayor a los 12.000 años", apuntan en el artículo. La datación se ha realizado "gracias al material orgánico de la planta donde se encontró usando carbono 14", según ha explicado el geólogo Mario Pino a Quo.
Pero ¿por qué han tardado nueve años en asegurar que se trata de una huella humana? La dificultad radicaba en que podía perteneces a cualquier tipo de animal, por lo que se han tenido que ir comparando y descartando las que no coincidían. Además, en la zona se encontraron huesos de animales como elefantes primitivos. Sin embargo, al final este largo estudio ha dado sus frutos y ahora sabemos su fecha y, sobre todo, que pertenece a un humano que paseaba por esta zona que ocupa la actual ciudad de Osorno, al sur de Chile, hace más de 15.000 años.
"Poco a poco, en Sudamérica estamos comenzando a encontrar sitios con evidencias de presencia humana, pero este es el más antiguo de América", concluye Moreno.