Bird tiene un plan interesante para entrar en Barcelona, en vez buscar un patinete cerca de tu ubicación y usarlo por unos minutos, te permitirán alquilarlo durante todo el mes por 25 dólares o 34,99 euros.

Además el plan incluye que la empresa entregue el patinete directo al cliente, quien no tendrá que moverse para recibirlo.

El plan piloto arrancará tanto en la ciudad condal como en San Francisco y si tiene suficiente éxito, planean expandirlo a otros mercados en el futuro. La idea fue anunciada meses atrás pero se empieza a poner en práctica ahora.

El movimiento es una gran idea que intenta resolver dos problemas importantes para las startups de patinetes:

  1. Diferenciación en una competencia feroz por la que están atravesando estos días para dominar o conseguir suficiente cuota de mercado en muchas ciudades
  2. Los patinetes que quedan en alquiler mensual, al estar guardados en casa cuando no se usan durarán muchísimo más tiempo que los que se quedan en la calle, que tienen una vida promedio de apenas dos meses.

Pero sobre todo, el plan piloto se aplica justamente en dos ciudades donde se ha prohibido la entrada de empresas de patinetes que se dejan en la calle. San Francisco lo prohibió en agosto del año pasado después de que Bird y Lime entraran sin permiso. En Barcelona nunca estuvieron permitidos y apenas duraron una semana cuando Lime los puso en las aceras.

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