Manzana programable de Jesús Miguel Rodríguez Castaño

Acercar la ciencia a la sociedad puede ser todo un reto, pero la fotografía es una de las mejores maneras de mostrarla al mundo. Por este motivo, como cada año FECYT y el CSIC, en colaboración con la Fundación Jesús Serra, han premiado siete de las 697 fotografías recibidas en su 16ª edición de FOTCIENCIA.

En este proyecto nacional puede participar cualquier persona. Los participantes de FOTCIENCIA deben enviar sus imágenes acompañadas de un breve texto explicativo, para ilustrar y describir un fenómeno científico.

'¡Prohibido fumar!' de María Carbajo Sánchez

Esta primera obra es la ganadora de la modalidad Micro y se trata de ¡Prohibido fumar! de María Carbajo Sánchez. El texto de esta fotografía no se centra en lo perjudicial de fumar sino en los efectos de las colillas para el medioambiente: "Esta imagen representa un corte transversal del filtro de un cigarro, la parte más contaminante del tabaco. Su principal componente, el acetato de celulosa, acumula las toxinas que se desprenden al fumar", según señalan en el comunicado de prensa.

El abrazo de Cristina Sánchez-Camacho

En El abrazo, Cristina Sánchez-Camacho nos muestra lo que sucede cuando se modifica genéticamente un ratón. "En la imagen, que representa un embrión de ratón de 14 días de desarrollo, puede verse la expresión de un transgén (el gen transferido) en diversas estructuras, como las patas, el cerebro o el hocico", apuntan.

Entrelazados de Isabel María Sánchez Almazo

En esta imagen de Isabel María Sánchez Almazo, llamada Entrelazados, observamos unas curiosas formas rosáceas que aparecen al mirar las hojas de Galium aparine a través del microscopio. Más conocida como hierba pegajosa porque se adhiere a la ropa o la piel como si fuera velcro, estas formas, los acúleos, justamente son las que usa esta planta para unirse. "En la imagen, estos acúleos aparecen entrelazados uniendo dos hojas".

Efecto Schlieren por Carla Blanco

Carla Blanco hace visible a los ojos a través de esta fotografía lo que debería sernos invisible, ya que sin el efecto Schlieren, que da nombre a la imagen, no podríamos verlo. "De manera sencilla, con un espejo cóncavo, un haz de luz, una cuchilla de afeitar y una cámara, conseguimos ver las variaciones en la densidad de un fluido, en este caso el aire, provocadas por las ondas de sonido o los cambios de la temperatura. En la fotografía se aprecia el movimiento del aire, no el humo, que genera el aumento de la temperatura provocado por el calor que desprende una cerilla. Este fenómeno de la ciencia, no muy conocido, nos permite atisbar un mundo que nuestros ojos no alcanzan a apreciar", indican en el comunicado de prensa.

Las redes sociales del bosque por Pablo Ibort Pereda

En Las redes sociales del bosque, Pablo Ibort Pereda nos acerca la relación que establecen las plantas a través de sus raíces con hongos beneficiosos que se encuentrar en el suelo. Esta asociación simbiótica se llama micorrizas. "Las plantas aportan carbono fijado a través de la fotosíntesis a los hongos, mientras que estos aportan agua y nutrientes minerales a la planta", explican. Esta red "permite a la planta comunicarse e intercambiar señales y nutrientes para ayudar a individuos enfermos, alertar a otras plantas de peligros cercanos y así superar amenazas de forma colaborativa".

Manzana programable de Jesús Miguel Rodríguez Castaño

Manzana programable es la fotografía presentada por Jesús Miguel Rodríguez Castaño y busca hacer patente cómo ha influido el diseño de ingredientes activos y la manipulación genética en el proceso de producción, transformación y distribución de los alimentos, tal y como señalan desde el CSIC. Esta imagen "simboliza todo ese despliegue tecnológico, al representar cómo podemos modificar a nuestro antojo algunas de las características de los alimentos".

Trampa de luz por Cristiano Matricardi

Este juego de luces lllamado Trampa de luz está compuesto por una hoja de hiedra, celulosa biodegradable y técnicas de nanotecnología y es la obra presentada por Cristiano Matricardi. "En los laboratorios de óptica se fabrican cristales fotónicos, estructuras nanométricas y ordenadas que pueden interactuar con la luz visible, reflejando o ‘atrapando’ zonas específicas del espectro luminoso. Por eso vemos los tonos reflejados en las hojas y los colores transmitidos que llegan al objetivo espejándose en el agua. Al mismo tiempo, parte de la luz se queda atrapada y puede usarse para activar fenómenos electrónicos, térmicos o biológicos", señalan.

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