Esta semana se cerraba oficialmente la compra de FOX por parte de Disney por un valor aproximado de 71.300 millones de dólares. El trato se había postergado durante más de un año debido a los informes de los reguladores para evitar posiciones de monopolio. Finalmente, Disney poseerá la práctica totalidad de lo que fue que 20th Century FOX (es decir, sus productos en el cine) y también los de televisión, pero se mantendrán por separado algunas emisoras locales deportivas e informativas.

El resultado del acuerdo se resume en que, tras casi 25 años, los derechos de X-Men o Los 4 Fantásticos vuelven a Marvel, que podrá ir dando entrada a Lobezno y compañía (aunque está por ver cómo) en su UCM. Los efectos en la gran pantalla no se verán de inmediato, pero la posibilidad ya está aquí. Con ello además Disney reúne dos de las franquicias más taquilleras de la historia: Los personajes de La Casa de las Ideas y Star Wars.

Aún quedan piezas del ingente universo Marvel repartidas por ahí, como toda la familia de personajes de Spider-man que siguen siendo propiedad de Sony, pero el panorama para los fans y la industria del entretenimiento pasa a estar ahora mucho más agrupado. Ahora, por fin, parece que está todo servido para que en algún momento podamos ver un gran crossover en el cine entre los X-Men y los Avengers con Spider-man -gracias al acuerdo con Sony- incluido, pero el camino hasta aquí ha sido una lucha de derechos e historias cruzadas que daría para su propio Universo Cinematográfico.

¿Alguien recuerda el Hulk de Eric Bana?

La historia de los derechos de Marvel: el despiece tras rozar la bancarrota

Para entender por qué a principios de los 2000 teníamos en el cine la saga de Spider-man de Sam Raimi, la primera aparición de Hugh Jackman como Lobezno, o un Hulk interpretado por Eric Bana que hoy parece arqueología comiquera hay que retroceder unos años.

Tras convertirse en un imperio durante los 60 y 70, Marvel comenzó a experimentar con la venta de sus personajes para el cine, o mejor dicho para la televisión. En ello tuvo mucho que ver el difunto Stan Lee, que siempre promovió acuerdos que dieron lugar a series tan antológicas y hoy tan frikis como la de El Increíble Hulk (1978) con el culturista italoamericano Lou Ferrigno.

Los cómics se seguían vendiendo a espuertas, pero a principios de los 90 entró en el accionariado Ron Perelman, el hombre de negocios que para muchos estuvo a un paso de llevar a Marvel a la desaparición. Perelman, que compró Marvel Entertaiment, la matriz de la editorial, por 82 millones de dólares, comenzó a hacer una serie de inversiones dudosas y a estirar el precio de los cómics aprovechando el fenómeno del coleccionismo. Como resultado, las viñetas se convirtieron casi en un objeto de lujo que acabó lastrando las ventas.

En el apartado editorial, las cosas fueron casi peores. En 1992 un grupo de dibujantes encabezados por el cocreador de Venom Todd McFarlane que no estaban contentos con el pago de derechos por sus personajes dieron un golpe sobre la mesa y dejaron Marvel para formar su propia editorial: Image Comics. Con cómics cada vez más caros y con una calidad inferior la burbuja acabó explotando en un momento dado en 1993, cuando las acciones de Marvel en bolsa colapsaron pasando de 35,7 dólares a apenas 2,3 dos años después. La bancarrota amenazaba.

Es en ese proceso cuando Marvel comenzó a desprenderse de los derechos cinematográficos de varios de sus personajes más importantes:

  • En 1993 vendió a FOX los derechos de los X-Men y sus personajes adheridos.
  • FOX también se hizo con Los 4 Fantásticos gracias a la absorción de Constantine Films, una pequeña productora que llegó a realizar una pésima película solo con el objetivo de mantener los derechos en su propiedad.
  • Sony se hacía con los derechos de Spider-man en 1998, lo que daría pie a la serie de Sam Raimi y el reboot posterior con Marc Webb y Andrew Garfield.
  • A Universal se le cedían los derechos de explotación conjunta de Hulk o Namor.
  • Lionsgate, por su parte se quedó con los derechos de Man-Thing

Además de esto, Marvel Films, la antecesora de la actual Marvel Studios, se formó también en la década de los 90 pero no para hacer películas, sino para vender estos derechos y mantener en algunos de ellos ciertas decisiones editoriales. De allí salieron acuerdos de distribución que dieron lugar a películas como Blade (con New Line Cinema), la Daredevil de Ben Affleck (también con FOX) o la película de The Punisher de 2004 (con Lionsgate).

La insólita historia de las películas de Marvel antes de su Universo Cinematográfico

Vender derechos no sale rentable: Iron Man al rescate

Nunca han trascendido las cifras oficiales de estos acuerdos, pero se ha rumoreado que Marvel ofreció a Spider-man por apenas 20 millones de dólares, una suma minúscula teniendo en cuenta que solo las películas de Raimi recaudaron más de 1.600. De ellos Marvel, que mantuvo los beneficios de merchandising, solo obtuvo 62 millones, apenas 4 de cada 100 dólares generados. Pero todo pudo haber sido peor. Según publicó el Wall Street Journal unos años después, Marvel llegó a ofrecer a Sony “casi todos los personajes que no eran propiedad de Sony” (Iron Man, Thor e incluso Black Panther) por apenas 25 millones en 1999. De haberse cerrado esa operación, que incluyó la posibilidad de una cinta del Hombre de Acero interpretada por Tom Cruise, jamás habría habido UCM.

Las primeras películas que ostentaban estos derechos, como X-Men o las citadas de Spider-Man con Tobey MaGuire, funcionaron realmente bien en taquilla. Otras, como las primeras apuestas de Los 4 Fantásticos, también resultaron rentables, pero la crítica las azotó por su baja calidad en los guiones.

Esta primera explosión del cine de superhéroes antes del UCM generó una gran ola de taquillazos y fracasos estrepitosos. En el siguiente gráfico se puede ver la evolución de los ingresos por distribuidora hasta Infinity War.

Pero como se vio, Marvel extraía muy poca tajada de la cesión de sus derechos. Allí en 2005, el productor ejecutivo David Maisel entró en escena. Aunque la figura de Maisel ha acabado opacada por el que sería el cerebro narrativo y logístico del UCM, Kevin Feige, él fue quien impulsó una primera ronda de financiación para que Marvel comenzara a producir sus primeras películas, en principio con dos personajes tildados en la época como “menores”, pero que ahora son icónicos Vengadores: Iron Man y el Hulk de Edward Norton (2008). Maisel logró recaudar 525 millones, la mayoría del fondo Merrill Lynch, con el apoyo adicional de Paramount y Universal a cambio de derechos de distribución. El objetivo era hacer 10 películas con un presupuesto de 165 millones para cada una. El Universo Cinematográfico de Marvel había comenzado, y ya nadie pudo pararlo.

Tras el éxito de Iron Man, Disney entró rápidamente en liza y adquirió Marvel en 2009 por una suma cercana a los 4.000 millones. El resto es historia. Hoy el UCM se compone de 21 película que culminarán su tercera Fase en Avengers: Endgame que han logrado más de 18.000 millones de ingresos brutos.

Recuperando los derechos (solo para incluir en Avengers) de Spider-man

El primer personaje del que Marvel recuperó los derechos para su UCM fue Hulk. Universal, tras distribuir la primera intentona con Edward Norton, acabó 'devolviendo' el personaje a su casa original para que pudiera ser incluido en las películas de Vengadores. Técnicamente, parece que Marvel no podría aunque quisiera hacer una nueva cinta en solitario de 'El gigante esmeralda' sin revisar sus acuerdos con Universal, según ha dejado caer en más de una ocasión Kevin Feige.

Andrew Garfield en The Amazing Spider-Man

Los siguientes fueron llegando poco a poco cuando las productoras con las que habían firmado acuerdos no desarrollaron producciones. Pero el UCM, además de sin los X-Men, había nacido cojo sin uno de sus héroes más conocidos: Spider-Man. Tras la trilogía original, Sony quiso seguir estirando el chicle con la citada nueva etapa de Amazing Spider-Man. El trepamuros, ahora interpretado por Andrew Garfield, volvió a funcionar en taquilla, pero la crítica lo aplastó como una araña sin superpoderes.

Tras ello, en 2015 se hizo público que Sony y Marvel (Disney) habían llegado a un acuerdo para coproducir las nuevas cintas del Hombre-Araña, ahora con Tom Holland, y que ya podría ser insertado en el UCM. Sony sin embargo se sigue reservando a día de hoy los derechos de toda la 'familia' que rodea a Spidey, lo que ha dado lugar al Venom (2018) de Tom Hardy y nos traerá también al vampiro Morbius con Jared Leto en los próximos años.

Y las negociaciones constantes con FOX hasta traer de vuelta a los X-Men

Pero sin duda alguna la mayor parte de la tarta extraída del universo Marvel era la que estaba disfrutando FOX. Entre X-Men y sus extensiones, Deadpool y Los 4 Fantásticos, FOX ha realizado hasta 16 películas que se completarán este año con Phoenix Oscura y The New Mutants.

Hugh Jackman es Logan - Crítica de The Wolverine

FOX ha tenido durante todo este tiempo grandes éxitos a nivel económico, también en crítica como Logan (2017) y tropiezos y reinicios completamente olvidables, como la última película de Los 4 Fantásticos de 2015, producida solo para mantener sus derechos. La pugna entre la casa de las ideas y el grupo gobernado hasta la compra de esta semana por Rupert Murdoch llegó hasta tal punto que se incluyó la prohibición de que Marvel citara en su películas el término “mutante”.

Sin embargo, en más de una década estrenando películas en paralelo, también estaban obligados a encontrarse. La Bruja Escarlata y Quicksilver, mutantes en los cómics, han estado en el UCM desde Age of Ultron, aunque se cambiara el origen de sus poderes. De hecho Quicksilver (interpretado por Evan Peters en las cintas de FOX y por Aaron Taylor-Johnson en su breve paso por el UCM) ha sido el único personaje que ha aparecido en ambos universos fílmicos por duplicado. Ambos hermanos han pertenecido en los cómics casi a partes iguales a la Patrulla X y a Los Vengadores, y parece claro que las dos compañías acordaron repartírselos antes que iniciar una pugna de la que no saldría ninguno bien.

Unos años más tarde, sus negociaciones llegaron a tal punto que ambas productoras decidieron 'traspasarse' personajes, como si estuviéramos hablando de la NBA. Ocurrió con Deadpool (2016) y Guardianes de la Galaxia Vol.2(2017). Para el mutante, los guionistas Paul Wernick y Rhett Reese querían usar al joven personaje de Negasonic, pero para hacerlo necesitaban la aprobación de Marvel Studios, que a su vez pedía los derechos de Ego 'El Planeta Viviente' un personaje estrechamente vinculado a Los 4 Fantásticos. Así que se hizo un intercambio para que cada uno tuviera el que quisiera.

La historia de las producciones de FOX inspiradas en Marvel también ha traído consigo un juego de carambolas en lo que respecta a actores bastante curioso. En las dos primeras cintas de L4F el papel de la Antorcha humana fue interpretado por Chris Evans, quien pudo luego asumir el papel de Steve Rogers en Capitán America. En el pésimo reinicio de 2015 apareció con el mismo rol Michael B. Jordan, que luego se metería en la piel de Killmonger en Black Panther. Al final de su carrera de tres películas en 10 años, la franquicia Los 4 Fantásticos había recaudado 788 millones en todo el mundo. En solo su último año, 2015, Marvel Studios ganó casi 2.000 millones con dos películas (Avengers: Age of Ultron y Ant-Man ).

A Marvel aún le quedan varios derechos por recuperar, comenzando por toda la familia y villanos de Spider-Man y acabando por Namor, quien parece estar bloqueado por Universal, pero no cabe duda de que ahora La Casa de las Ideas cuenta con la práctica totalidad de sus personajes para armar un Universo aún más extenso y prolongado. La duda que queda, claro está, es ver cómo integrarán a los X-Men o si alguien podrá llegar a recuperar la denostada franquicia de Los 4 Fantásticos.

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