Una de las grandes novedades de Windows fue su Tienda o Microsoft Store, un espacio donde encontrar aplicaciones y juegos para descargar e instalar con un clic de ratón, algo a lo que ya estamos acostumbrados con iOS, Android o Linux pero que en macOS no llegó hasta 2011 y en Windows hasta 2012.

Gracias a la Tienda no tenemos que buscar por internet aplicaciones o software adicional al que ya trae consigo Windows. Además, al igual que ocurre en iOS y Android, a la Tienda de Windows se le presupone una mayor fiabilidad o seguridad que a la primera página que encuentres en Google, por lo que las aplicaciones y juegos que encontremos tendrán cierta garantía y serán compatibles con Windows 10.

Pero no todo son ventajas, y es que cuando abrimos Windows 10 por primera vez, nos encontramos con aplicaciones que no hemos solicitado y con juegos que ni tan siquiera conocemos. Ocupan espacio, tanto en nuestro disco como en el menú de Windows. Y si ya es problemático encontrar software de muestra al comprar un nuevo ordenador, a esto se unen las apps preinstaladas de Microsoft o terceras partes a modo de publicidad.

Desinstalando en Windows 10

Con la Tienda o Microsoft Store se produce también una duplicidad en la tarea de desinstalar aplicaciones no deseadas. Es decir, hasta ahora, para eliminar aplicaciones íbamos al Panel de control y ahí encontrábamos la herramienta Desinstalar o cambiar un programa. Desde ahí teníamos acceso a todo el software instalado en nuestra computadora.

Pero, claro, ahí no están todas las aplicaciones instaladas, y es que si has instalado algo desde la Tienda, deberás eliminarlo desde Configuración > Aplicaciones pulsando en la app en cuestión, siempre y cuando aparezca el botón Desinstalar. Esta opción vale para cualquier software instalado en Windows 10.

A esto hay que añadir que no todas las aplicaciones de Windows 10 se pueden desinstalar, ya que algunas permanecen ocultas y otras simplemente están bloqueadas y no incluyen el botón Desinstalar en el menú de Aplicaciones.

La solución definitiva

Hace años que, como alternativa al desinstalador de Windows, contamos con herramientas que permiten eliminar aplicaciones o desinstalarlas por nuestra cuenta.

Y en la situación que nos ocupa, destaca O&O AppBuster, un desinstalador de aplicaciones para Windows 10 especializado en esa tarea precisa.

Es decir, con O&O AppBuster podemos desinstalar aplicaciones preinstaladas en Windows 10 por parte de Microsoft o aplicaciones y juegos de terceros. Y, en definitiva, eliminar o desinstalar cualquier software instalado en Windows.

Por otra parte, también es posible reinstalar aplicaciones que hayamos eliminado accidentalmente de la lista de apps oficiales o preinstaladas. Y como opción adicional, es posible crear un punto de restauración para recuperarlo en caso de eliminar apps por accidente.

Otra ventaja de este desinstalador es que no necesita instalación. Es decir, consta de un ejecutable independiente, por lo que podemos usarlo en varias computadoras a partir de un pendrive o memoria USB.

En definitiva, O&O AppBuster permite dejar Windows 10 limpio e impoluto, sin aplicaciones adicionales. Sólo aquello que necesitamos. Una manera de ganar algo de espacio y deshacernos de juegos o complementos molestos.