Google Chrome se puede confundir hoy con el navegador por defecto que domina internet. Tras una década y a pesar de ser cada vez más rápido y eficiente, sigue conservando la fama de devorador de recursos por unas razones u otras. Entre ellas está, desde luego, la presencia de una web que consume cada vez más recursos de todo tipo.

Para paliarlo, Google está trabajando en un 'Modo Nunca Lento' para su navegador, que restrinja de varias formas el impacto que tienen sobre tu dispositivo las páginas web más pesadas. Este nuevo modo aparece en el proyecto open source detrás de Chrome, Chromium, establecerá unas limitaciones de varios tipos a los elementos de una página web y por tanto a sus desarrolladores.

Se establecen unos valores máximos que contengan los recursos del navegador. Estos se sitúan al tamaño de transferencia de distintos elementos –imágenes, páginas de estilo, fuentes o scripts–, pero también al número de conexiones que establece un sitio y al tiempo que ocupan las tareas en los hilos del procesador. En el caso de imágenes, se establecería un máximo de 1 MB por imagen o 2 MB entre todas, siempre una vez ya comprimidas.

Esto aligerará la carga, ahorrando datos y recursos al procesarlos. Además de limitar estos tamaños, se pondrá un límite a ciertas funciones a las que pueden acceder las páginas web e impactan el rendimiento, como document.write()usada por scripts para inyectar código HTML en una página–. También limitarán las peticiones XMLHttpRequests simultáneas, que hacen sentir las páginas lentas porque el navegador espera a que terminen de ejecutarse.

Estos límites no serán fijos, sino que dependen de la interacción del usuario. Si este hace click o scroll en la web, esta podrá cargar más imágenes o ejecutar más código, pero no antes.

Una posible vía de negociación más con los desarrolladores

Fundamentalmente para aquellos con equipos de menores prestaciones o conexiones más limitadas es para los que internet se puede convertir en un lugar más hostil. Esta herramienta, que vendría a ser su salvación con los sitios web más glotones, puede ser también la herramienta con la que Google de otra vuelta de tuerca más para que todo cargue rápido.

Google ya mantiene cierta tensión con los desarrolladores en este sentido. Si una página web es lenta, se verá perjudicada en el algoritmo PageRank que gestiona la frecuencia y la posición con la que aparece en su buscador. Con esta nueva funció, introduce una nueva dimensión en esta lucha, que parte de la propia navegación: si tu sitio web consume demasiados recursos, dejará de mostrarse en aquellos dispositivos que así lo requieran.

Por tanto, es de esperar que el efecto de un modo así tenga efectos a largo plazo que sean beneficiosos para todos. Con esta herramienta, los medios y webs tendrán unos 'topes' que deberán respetar para llegar a todos, por lo que se erige una fuerza más que empuja hacia contenido más ligero, eficiente y rápido.

Los límites actuales no tienen por que ser los definitivos cuando esta característica llegue a la fase final –si es que alguna vez lo hace–. De salida, la implementación de un modo así podría romper buena parte de los sitios actuales, o hacerlos inusables. De momento Google está experimentando con él.