Como cada mes, llega el momento de coger la agenda y apuntar los **eventos astronómicos** que están por venir durante los 31 días que durará marzo. En esta ocasión no habrá grandes lluvias de meteoros, ni eclipses, pero sí tendremos un par de **citas con la Luna** y, por supuesto, **un equinoccio** que dará paso a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el sur.
### Luna nueva, un cielo oscuro para observarlo mejor
El **6 de marzo** el satélite terrestre se encontrará en **fase de Luna nueva**. Esto significa que se encontrará en el mismo lado de la Tierra que el Sol, por lo que su cara visible no reflejará su luz y no podremos verla en el cielo nocturno.
Es un momento idóneo para **observar objetos astronómicos débiles**, que en otras ocasiones se confunden por el brillo lunar.
### El primer equinoccio de 2019
El **20 de marzo, a las 21:58 UTC** (22:58 hora peninsular española) tendrá lugar el **equinoccio** que anunciará la llegada de la **primavera** en el hemisferio norte y la del **otoño** en el sur.
Como ocurre también en el equinoccio de septiembre, el Sol se situará sobre el **ecuador terrestre**, por lo que el día y la noche tendrán aproximadamente la misma duración.
### La última superluna del año
Este 2019 ha empezado fuerte, con tres superlunas muy seguidas, la primera de ellas acompañada de un eclipse. Por un momento parecía que íbamos a tener una cada mes, pero desgraciadamente la de marzo **será la última**, hasta 2020.
Este tipo de Luna se da cuando el satélite, en fase de **Luna llena**, se encuentra en el punto de su órbita más cercano al Sol, conocido también como **perigeo**.
La podremos comenzar a ver el **21 de marzo, a las 1:43 UTC** (2:43 hora peninsular española) y, como las otras dos que hemos visto este año, se percibirá algo más grande en el cielo nocturno, pero nada exagerado, como llevaría a pensar su nombre.
Como curiosidad, esta Luna llena concreta era conocida por los nativos americanos como **“Luna de lombrices”**, porque era el momento del año en el que estos pequeños animalitos volvían a la Tierra, después de los meses de frío que habían mantenido la tierra más dura. También se la conoció como **»Luna del cuervo»**, pues daba inicio a la época en la que estas aves graznaban, anunciando el final del invierno. Por otro lado, algunas tribus la conocían como **»Luna llena de savia»**, ya que marcaba el periodo en el que los arces comenzaban a recuperar sus hojas verdes. Finalmente, las sociedades cristianas la han conocido tradicionalmente como **»Luna llena de cuaresma»**, por encontrarse en mitad de este periodo litúrgico.