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El reloj se mueve y con cada hora la sepsis tiene un 7% más de posibilidades de triunfar. Un 7% más de posibilidades de matar al paciente. La sepsis, al final, es una lucha contra el tiempo, es una enfermedad silenciosa que puede matar en horas a quien la sufre. En España padecen sepsis cada año unas 50.000 personas, de las que mueren 17.000, según un informe de 2016.

En 2012, el porcentaje de mortalidad era del 24%, pero desde que entró en juego el Código Sepsis esas cifras han bajado hasta el 16%. Este protocolo marcan la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente. Este código es un aviso que se manda a la unidad de sepsis de algunos hospitales españoles cuando ingresa un paciente que presenta síntomas que hacen sospechar que tiene esta enfermedad. Es una herramienta que ha logrado reducir el número de muertes porque para luchar contra el tiempo hay que actuar desde el principio. Entre los hospitales que utilizan el Código Sepsis y ya han tratado varias veces con la enfermedad, el porcentaje de mortalidad es incluso mejor.

A pesar de todo esto, apenas se escucha hablar sobre esta enfermedad, en la que el tiempo es un factor clave. Entonces ¿qué es la sepsis? ¿Qué síntomas tiene? ¿Hay personas con más riesgo a padecer esta enfermedad? ¿Cómo se cura?

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Qué es la sepsis

"La sepsis es la respuesta que se produce en el organismo tras una infección grave", explica a Hipertextual Rafael Zaragoza Crespo, jefe de servicio de medicina intensiva del Hospital Universitario Dr. Peset y coordinador de la Unidad de Sepsis y, además, es secretario del Código Sepsis español. "Hay autores que dicen que es una respuesta inflamatoria desmedida al daño que hace el microorganismo. Las defensas se ponen a trabajar muy rápido y generan más inflamación que el intruso", apunta. "Es muy grave porque cuando te metes en sepsis después de una infección grave se te empiezan a dañar los órganos y hablamos de fracaso multiorgánico, a veces fracasa el riñón, el hígado... Si es una neumonía principalmente empiezas a ahogarte y tener insuficiencia respiratoria, puedes llegar a necesitar un soporte vital en una UCI; fármacos para subirte la tensión...", añade Zaragoza.

"Es una patología que necesita que sea detectada muy precozmente", señala Zaragoza

Al final, lo que sucede es que las defensas, como si fuesen soldados, lanzan sus balas contra todo para tener más posibilidades de acertar contra la infección. Y estas balas también pueden ir a parar a nuestros tejidos y órganos, inflamándolos. Por eso, los signos de inflamación son, entre otros, los más importantes para detectar la sepsis en sus primeras horas.

¿Hay síntomas que puedan despertar la alerta de los pacientes? "La sepsis, desgraciadamente, puede tener mucha variedad de síntomas, por eso es tan difícil detectarla", comenta a Hipertextual. Aunque algunos puede ser fiebre o hipotermia, escalofríos, latidos rápidos o mareos. Zaragoza vuelve a insistir en la importancia de la detección precoz de esta afección: "Está demostrado que el tratamiento precoz es muy importante para la supervivencia. Si el médico trata en la primera hora que se detecta, tienes una mortalidad muy bajita. Pero cada hora que pasa aumenta la mortalidad un 7%, es decir, que en seis horas te puedes mover en mortalidades del 50%, que hoy en día en medicina es una barbaridad", explica.

Los expertos hablan de tres estadios de sepsis según su gravedad: sepsis I (o comúnmente llamada solo sepsis), sepsis II (antes conocida como sepsis grave) y sepsis III (también llamada shock séptico). Según el paciente va evolucionando, pasa de un estadio de sepsis al siguiente, hasta llegar al shock séptico. El tiempo que tarda en pasar de un estado a otro también depende del tipo de bacteria que entrara en el cuerpo: "Todos los pacientes empiezan con sepsis, si no se detecta a tiempo es cuando te metes en shock séptico. Con algunos microorganismo como el meningococo, que produce meningitis, o el estreptococo pyogenes te puedes meter en shock séptico en una hora. Mientras que con microorganismos más habituales, a lo mejor va en progresión y tardas cuatro o seis horas. Pero lo que está claro es que si no se trata a los pacientes cuanto antes, todos entran en shock séptico", afirma Zaragoza.

Además, el porcentaje de mortalidad también depende el estado de la sepsis: "La mortalidad de sepsis grave se sitúa en torno a un 20% y se shock séptico en torno al 37%, esos son datos publicados en 2018. Pero, los centros que más tratamientos y más alertas tienen, están un poco más bajitos, pero lo normal es esto", explica desde el otro lado del teléfono a Hipertextual.

Diagnóstico precoz

Hay varios criterios para diagnosticar la sepsis grave, aunque "al final la filosofía es la misma, es decir, que tengas parámetros de inflamación y fracaso de algún órgano", ilustra el jefe de servicio de medicina intensiva del Hospital Universitario Dr. Peset. En los criterios antiguos, aún vigentes, se habla de que el paciente, tal y como ilustra Zaragoza, tiene que tener al menos "dos de estos cuatro criterios: fiebre, leucocitos altos, frecuencia respiratoria alta y frecuencia cardíaca alta", indica. "Con que el paciente tenga alterado dos de esos signos, más un fracaso orgánico (que funcionen los riñones mal -que orines menos, por ejemplo-, que tengas insuficiencia respiratoria, que se te altere el aparato digestivo...) eso ya es una sepsis".

La sepsis puede producir la muerte cuando se llega demasiado tarde. Es más, esta afección es la causa más probable cuando se da un fallecimiento por fallo multiorgánico: "La mayoría de las veces el fracaso multiorgánico es consecuencia de la sepsis", indica Zaragoza. No obstante, "si el paciente tiene una patología cardíaca o un shock hemorrágico muy importante también puedes entrar en fracaso multiorgánico o en una pancreatitis, pero la más frecuente de todas es la sepsis", ilustra.

¿Y cómo es el tratamiento para los pacientes con sepsis? Lo primero siempre es, según indica Zaragoza, cogerlo cuanto antes, "mejor". Una vez ya se ha detectado la sepsis, hay que poner el antibiótico correspondiente al microorganismo que ha invadido el cuerpo del paciente. Tras esto, es necesario "que se reanime al paciente con fluidos en las primeras horas de su inicio". Sobre todo en el caso de la tensión, ya que con esta afección suele caer y "eso hay que tratarlo", señala.

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¿Hay grupos de riesgo?

La predisposición genética, tener determinadas enfermedades previas o estar inmunodeprimido pueden ser un factor clave a la hora de desarrollar la sepsis tras una infección. Todavía no se conoce del todo bien por qué algunas personas tienen una respuesta más grave ante los microorganismos que se cuelan en nuestro cuerpo, pero los investigadores tratan de averiguar por qué: "Se está estudiando porque hay gente que tiene determinados genes que hacen que no respondas adecuadamente a una infección", explica el secretario del Código Sepsis español.

No obstante, los que mayor riesgo tienen, señala el experto, son aquellos que ya tienen una enfermedad de base, como los cirróticos (enfermedad hepática), los pacientes con cardiopatías y los que tienen insuficiencia renal crónica. Todos tienen malas respuestas del sistema inmunológico que puede derivar en una sepsis.

Las personas inmunodeprimidas como son "los pacientes que tienen un tumor sólido o hematológico (pacientes con leucemia, linfoma...) o que estén en tratamiento oncológico", explica Zaragoza. "Pero, además, los pacientes reumatológicos que están recibiendo terapia biológica, que también produce una disminución de la inmunidad, tienen más riesgo de tener una sepsis", añade el experto. También están en esta lista de grupos de riesgo "los pacientes que reciben crónicamente corticoides", indica.

La guerra contra la sepsis solo se puede ganar con tiempo, es decir, cuanto antes se acuda al hospital, mejor. Por eso es importante que si un paciente ha tenido una infección recientemente, sea grave o no, acuda al médico si, a pesar del tratamiento, no se encuentra bien. También ante cualquiera de los síntomas comentados porque cuantas menos horas pasen entre que comienza y se diagnostica la enfermedad, más posibilidades tiene el paciente de seguir con vida.