DeepMind es la compañía de inteligencia artificial propiedad de Google que, desde 2014 y bajo el amparo de la gigante tecnológica, ha ido realizando diferentes progresos que pavimentan el camino para lo que llegará en los años venideros. La última muestra la posibilidad de detectar hasta 50 enfermedades y problemas oculares y realizar un diagnóstico con una fiabilidad de acierto tan alta como cualquier profesional del campo.

Así lo han demostrado en unas pruebas preliminares realizadas en el londinense Moorfields Eye Hospital, donde se ha podido comprobar que la inteligencia artificial desarrollada es capaz de identificar los problemas oculares de los pacientes en las inspecciones rutinarias, pudiendo derivarles también al tratamiento concreto que necesitarían. Esto, según señalan desde DeepMind, puede suponer un ahorro de tiempo a los profesionales que tienen que realizar exámenes pormenorizados cada día, permitiendo que las listas de espera no se prolonguen más de lo necesario.

El tiempo que lleva analizar estos escaneos, combinado con la cantidad de ellos que los profesionales deben realizar (más de 1,000 al día solo en Moorfields), pueden ocasionar demoras prolongadas entre el escaneo y el tratamiento, incluso cuando alguien necesita atención urgente. Si desarrollan un problema repentino, como una hemorragia en la parte posterior del ojo, estos retrasos pueden incluso costarles la vista a los pacientes. El sistema que hemos desarrollado busca abordar este desafío. No solo puede detectar automáticamente las características de las enfermedades oculares en segundos, sino que también puede priorizar a los pacientes que más necesitan atención urgente recomendando si deben derivarse para recibir tratamiento. Este proceso de triangulación instantáneo debería reducir drásticamente el tiempo transcurrido entre el escaneo y el tratamiento, ayudando a los que padecen la enfermedad ocular diabética y la degeneración macular relacionada con la edad a evitar perder la vista.

En vistas a una aplicación real

Desde DeepMind aseguran que el objetivo es una aplicación real de su software en un futuro cercano, teniendo planes para buscar la aprobación del Gobierno británico para poder implantarlo a lo largo y ancho del país. Aseguran también que los profesionales serán siempre necesarios en el uso de esta herramienta, teniendo ellos la última palabra sobre el tratamiento a implementar para un paciente concreto. La intención inicial es comenzar una fase de prueba con los centros que así lo quieran –una vez aprobado el sistema– en la que se proveerá a estos del software de manera gratuita durante los cinco primeros años.

La inteligencia artificial ya no necesita al ser humano

Este periodo serviría también al software para refinar sus procesos y serviría de entrenamiento del mismo para mejorar la calidad de la detección y la fiabilidad de los diagnósticos. De terminar siendo aplicada de manera amplia y efectiva, sería un paso de gigante para DeepMind y Google, puesto que supondría el primer uso real en medicina de una de sus tecnologías de inteligencia artificial y machine learning.

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