Natalia Garcés es una española que vive en Alcalá de Henares (Madrid) quien ha sido galardonada con el primer puesto en fotografía lifestyle en los IPPAWARDS 2018, la competición exclusiva para fotos hechas con iPhone que se lleva a cabo desde 2007.
Natalia ha obtenido el primer premio de la categoría con una foto titulada Mr. Shanks, que fue hecha con un iPhone 7. Tuvimos la oportunidad de hablar con ella y hacerle algunas preguntas sobre su proceso creativo, su opinión sobre la fotografía móvil, sus apps favoritas y sobre el smartphone como cámara principal.
Su primer iPhone fue un 3G al que asegura que le sacó mucho partido. Con su siguiente terminal, un iPhone 4S hizo su primera exposición de fotografía titulada Vida perra: instantáneas de un can feliz que se mostró en la Universidad de Alcalá y que muestra la vida a través de su perro, Vito.
Sobre esto último nos comenta: "Tener una cámara en el bolsillo es mucho más manejable e inmediato. Muchas veces, si no la llevara encima me perdería hacer —esa foto— ya que por volumen y otras cosas no siempre llevamos encima la DSLR. Ahora mismo el iPhone, aún con las restricciones técnicas que tiene, hace fotos de calidad".
Inclusive con su smartphone dispara en formato RAW, desde Camera+ o la app de Lightroom que suele usar para el postprocesado, el cual le resulta especialmente útil: "Sin duda alguna y como usuaria de Adobe no hay nada como Lightroom y Photoshop, tanto Express como FX, con ellos tienes todo lo necesario para hacer lo que se te ocurra".
En cuanto a las críticas que se suelen hacer desde cierto sector sobre la fotografía móvil y la validez que puede tener, Natalia nos explica: "Es el eterno debate, supongo que cuando se pasó de la de placas a la Leica, o de la reflex analógica a la digital, siempre algo parecido pasaría, y eso está bien porque el debate genera reflexión. La masificación de la fotografía y el constante flujo de imágenes en el que nos vemos sometidos hoy en día obliga a trabajar más duro, intentando buscar esa diferenciación".
Respecto si es un tema de técnica o de equipo, explica: "En mi opinión, a un fotógrafo no le hace tan solo la técnica o un sensor enorme, que por supuesto ayudan y mucho, o simplemente poseer una cámara, sino que hay algo más, hay que estudiar, hay que ver, ver trabajos de otros, exposiciones, cine y un montón de cosas más. Esto es consecuencia de la propia evolución de este arte. Entiendo, eso sí, que cuanto más masificado está más confusión hay y más hay que andarse con pies de plomo para saber distinguir lo que es bueno fotográficamente hablando, porque no todo vale".