Durante años el agujero de la capa de ozono se ha ido cerrando tras la firma del Tratado de Montreal, en 1985, para proteger esta zona de la estratosfera que protege a los humanos y al resto de seres vivos de los rayos ultravioleta. Sin embargo, alguien no está respetando el pacto firmado en los que se prohibía el uso de los clorofluorocarbonos (CFC) y, ahora, la Agencia para la Investigacion Medioambiental (EIA, por sus siglas en inglés) ha descubierto quién es.
En mayo ya salió un estudio en Nature que apuntaba que el agujero de la capa de ozono se estaba ralentizando a la hora de cerrarse en comparación con los grandes avances que se habían hecho los últimos años, sobre todo desde que en 2010 se prohibió el CFC-11, un producto que se utiliza para hacer espuma de uretano, que se usa como aislante. Entre las causas que ellos mismos propusieron estaba que algún país asiático tenía que estar emitiendo de forma ilegal este compuesto. En este segundo estudio fijan el foco en la industria de la construcción de viviendas en China. El país asiático parece ser el culpable de estas nuevas emisiones del gas que destruye la capa de ozono.
El agujero de la capa de ozono alcanza su mínimo histórico
El CFC-11 se está usando como aislante térmico en las casas de nueva construcción chinas y, como explican los investigadores tras hablar con ejecutivos de 18 firmas concluyeron que la mayoría utilizan este producto y no tienen problemas en reconocerlo, como recogen en BBC News. Es más, un vendedor de este producto calcula que el 70% de nuevos productos para uso doméstico utilizan este gas en China, a pesar de ser ilegal. Pero ¿por qué? La respuesta es clara: es más barato y de mejor calidad que cualquiera de las alternativas que pueda haber en el mercado. Además, en China la aplicación de la normativa es, como se puede ver, más bien laxa.
Varias empresas han confirmado su uso
Desde la EIA se han sorprendido por la respuesta que les dieron las empresas: "Estábamos absolutamente desconcertados al descubrir que las empresas confirmaron abiertamente el uso de CFC-11 y sabían que era ilegal", comentó Avipsa Mahapatra de EIA a BBC News.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que China produce un tercio de la espuma de poliuterano que se utiliza como aislante y esto puede retrasar hasta en una década el cierre de la capa de ozono, según señalan los investigadores.
La comunidad internacional podría sancionar a China por incumplir el tratado que firmaron. Sin embargo, este tipo de multas parecen el último recurso ya que no se ha sancionado a ningún país firmante desde que está en vigor.
Para solucionar este problema la EIA y la comunidad internacional alentarán al país asiático a tomar medidas para que se deje de utilizar este gas y a que investigue lo sucedido. "Queremos que repriman, pero es sumamente importante que lleven a cabo una investigación exhaustiva del sector. Tiene que haber incautaciones y arrestos para que las personas sepan que existen sanciones severas para la producción de CFC- 11", comentó Mahapatra a BBC News.