Imagen: Circular Systems/FastCo.

La conciencia medioambiental ha aumentado de forma exponencial en el último siglo. Tanto ciudadanos como instituciones están más que concienciados con cuidar el medio, llevar un estilo de vida sostenible y colaborar en lo posible con la lucha contra el cambio climático. Dentro del radio de acción que tienen los diferentes actores del mercado, cada día aparecen nuevas propuestas para hacer de nuestros planeta un lugar mejor aprovechando lo que ya consumimos y reciclando lo que sobra.

En este sentido, el aprovechamiento de parte de los desechos orgánicos puede ser un buen punto de partida, y es uno de los campos más interesantes para la moda sostenible. Y puede que un campo de investigación sin parangón para el futuro de nuestra moda. Según FastCo, cada año se comen unos 100 mil millones de plátanos. 100 mil millones de plátanos con sus 100 mil millones de cáscaras, que junto a otras frutas como piñas, lino y cáñamo puede ser una fuente perfecta para fabricar la ropa del futuro.

A día de hoy, esas cerca de 270 millones de toneladas de desechos, que pos si sola es capaz de producir esa fruta consumida, puede ser una fuente de materia prima excepcional para la confección de ropa, en tanto el uso principal a día de hoy para tales desechos es ser quemado. Circular Systems es una empresa que quiere tomar el relevo a esos desechos, y que ha ideado un sistema para convertir la cáscara del plátano que comes en la merienda en parte de un prenda vestible.

Y no está sola, marcas como H&M y Levis ya está estudiando como integrar sus fibras sostenibles en sus operaciones, puesto que al final lo que genera la tecnología de Circular System son fibras que puede integrarse en cualquier tipo de tejido o generarse un tejido en sí mismo con ellas.

Además, también sirve para reciclar tejidos que actualmente están abocado a terminar en vertederos. La empresa tiene una tecnología propia llamada Texloop que convierte restos de textiles y ropa usada en nuevas fibras, y Orbital que hace que las fibras de desecho de los cultivos alimenticios y las fibras textiles recicladas se combinen en un nuevo producto de hilo que es duradero y que absorbe la humedad.

El sistema es totalmente novedoso y está dando mucho de qué hablar. Puede que si la industria se vuelca con esta tecnología la ropa que lleves puesta en unos años se haya fabricado con el plátano y la piña del zumo que tomaste ayer.