A modo experimental, sí, pero Microsoft acaba de realizar una proeza que puede ser el punto de partida para tener centros de datos más eficientes energéticamente ahora que la escalada de los datos de la nube es imparable. Y es que una gran parte del consumo de datos de los grandes centros se dedica, especialmente, a refrigerar los sistemas con los que podemos acceder, por ejemplo, a nuestros datos en la nube.

Este hito forma parte de la iniciativa Project Natick, un proyecto que busca mejorar la eficiencia de los centros de datos más allá del uso de energías renovables en los mismos. En este sentido, el primer centro de datos se ha colocado cerca de las islas del norte en Escocia, y conforma el siguiente paso de Microsoft que, ya en 2015, coloco una fracción de uno de sus data centers bajo el mar en California durante 105 días.

Mientras que con esa primera prueba se quería comprobar si era posible operar un centro de datos submarino, esta segunda prueba pretende arrojar luz sobre si es posible su completa operatividad desde el punto de vista logístico, ambiental y económico.

Microsoft's Project Natick (Photography by Scott Eklund/Red Box Pictures)

De momento, esta segunda prueba ha sumergido con éxito una instalación submarina de 12 metros, similar a un contenedor de carga que contiene 12 bastidores y 864 servidores. A partir de ahora, Microsoft supervisará el este centro de datos submarino durante el próximo año para ver si sobrevive bajo el agua.

Si todo va bien, la compañía espera pode implementar este tipo de centros de datos portátiles similares en las costas de las principales ciudades, distribuyendo así de una forma más eficiente los datos que guarda.