Cuando eres un gigante como Apple, las demandas son algo que vienen incluidas en el paquete de tu operación como compañía.

La Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos ha anunciado este lunes 18 de junio que escuchará la apelación de la empresa de Cupertino frente a un fallo judicial que ha revivido una demanda colectiva presentada ante la Corte Federal de California en 2011, según ha informado Reuters.

Los consumidores de iPhone acusan a la tecnológica de haber violado las leyes antimonopolio al acaparar el mercado de las aplicaciones para iPhone, como juegos o mensajería, a través de su App Store. De esta manera, aseguran en su demanda, Apple ha hecho que paguen precios más altos en comparación con las apps que hay disponibles en otras fuentes.

Si bien son los mismos desarrolladores quienes establecen el costo de sus apps, Apple cobra a los desarrolladores una comisión del 30% por cada compra que los usuarios realicen a estos a través de su iPhone. Según la empresa de Cupertino, los desarrolladores ganaron más 20 mil millones en 2016.

La administración de Donald Trump, señala el mismo medio, es la que ha respaldado a Apple y ha instado a los jueces a tomar el caso.

El antecedente legal

Apple ha buscado que la demanda antimonopolio sea desestimada al alegar que los demandantes no tienen la posición legal requerida para presentarla.

Este argumento se basa en una decisión que tomó la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1977, cuando limitó los daños derivados de una conducta anticompetitiva a aquellos directamente afectados, es decir los desarrolladores, en lugar de las víctimas indirectas, los consumidores, que terminan pagando un precio más alto digamos heredado a través de estos terceros.

Este antecedente legal es por lo que el mismo año que esta demanda colectiva fue presentada, 2011, un juez federal de Oakland (California) desestimó la denuncia argumentando que los consumidores no son los compradores directos, ya que son los desarrolladores los que pagan la comisión directamente a Apple.

Sin embargo, un Tribunal de Apelaciones con sede en San Francisco volvió a abrir las puertas de este litigio en 2017. El nuevo alegato es que Apple era el distribuidor que directamente vendía las apps de iPhone a los consumidores y, por tanto, debe enfrentar las demandas antimonopolio.

Si el caso es exitoso en contra de Apple, entonces podría ampliarse el concepto de daños antimonopolio contra otras tecnológicas dedicadas al comercio electrónico como son Amazon y a eBay, en donde los vendedores individuales son lo que fijan los precios.

En 2017, el comercio electrónico alcanzó 452 mil millones de dólares en ventas minoristas en Estados Unidos en 2017, de acuerdo con estimaciones del gobierno estadounidense, según recoge Reuters.