A principios de este mes de mayo, Google Chrome introdujo un cambio que aliviaba a muchos de sus usuarios: los vídeos con reproducción automática de distintas webs dejarían de emitirse con el sonido activado por defecto, evitando molestias (y sustos). Por el camino, eso sí, ciertos usuarios no tardaron en encontrar importantes contrapartidas a lo que debería haber sido una actualización más: una gran cantidad de videojuegos web dejaban de tener sonido.
Ante las quejas y críticas de jugadores y creadores de estos juegos basados en el navegador, John Pallett, product manager de Google, anunció anoche que retirarán dicha actualización momentáneamente para volver a aplicarla el próximo mes de octubre. Así, los desarrolladores tendrán cinco meses para poder actualizar y modificar sus videojuegos para adaptarse a estos cambios en Chrome y su funcionamiento interno. Pallett afirmó que "desde Google no habían hecho un buen trabajo a la hora de comunicar el impacto de este cambio en la reproducción automática a los desarrolladores que utilicen dicha API de audio web".
El movimiento, lógico, vuelve a no estar exento de fallos o cierta problemática. Fue Bennett Foddy, creador del popular Getting over it y uno de los desarrolladores más críticos con la decisión original, el que recalcó que la inmensa mayoría de contenido afectado (hay cientos de miles de videojuegos y aplicaciones web) no podrá ser actualizado antes de octubre, perdiendo todo su valor por el camino. Foddy afirmó que Google tiene "el poder de romper el trabajo de cualquiera, algo a lo que nadie más tiene accesso" y que, por tanto, deberían estimar mejor los requisitos y obligaciones que conllevan cambios como este.
Este es solo un ejemplo más de la complejidad que esconden las entrañas de algo tan aparentemente simple como Google Chrome. Un cambio demandado y bienvenido como el original podría llevar a la pérdida de miles de trabajos alojados en Internet durante años.