El mercado de las operadoras de Estados Unidos podría ver ejecutado pronto un movimiento muy relevante para el futuro de las telecomunicaciones en el país. T-Mobile y Sprint, que actualmente ostentan el tercer y cuarto puesto, respectivamente, en lo que se refiere cantidad de clientes, podrían estar dando las últimas pinceladas a un acuerdo que se haría público durante los próximos días.

En una información que revela Reuters, personas cercanas a las compañías habrían afirmado que el acuerdo se llevará a cabo la próxima semana, encontrándose ambas empresas acordando los términos de la negociación que supondría un importante salto para ambas. Las que hasta ahora no habían supuesto ningún tipo de competencia para las dos operadoras mayoritarias del país, Verizon y AT&T, verían ahora incrementada su competencia de manera notable.

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La fusión se llevaría a cabo por las empresas que controlan de manera mayoritaria a ambas operadoras, que son la alemana Deutsche Telekom en el caso de T-Mobile y la japonesa SoftBank en el caso de Sprint. El acuerdo entre ambos era algo que se venía buscando ya desde hace tiempo y parece que por fin será una realidad más pronto que tarde.

Sin "adelantamientos"

La fusión de ambas compañías, pese a lo ambicioso del trato, no haría que la combinación superase en número de clientes a ninguna de las dos que ocupan los puestos de cabeza, aunque sí dejarían a la nueva empresa mucho más cerca de poder llegar a hacerlo en algún momento. En un futuro que se plantea especialmente convulso para las operadoras con la llegada de tecnologías como el 5G, podrían verse cambios en el mercado por parte de los clientes en favor de determinadas operadoras si estas ofrecen a cambio algo realmente diferenciador.

T-Mobile y Sprint, de fusionarse, contarían en su cartera con algo más de 126 millones de clientes, mientras que AT&T seguiría en una segunda posición firme con 141 millones y con Verizon a la cabeza con 150 millones de usuarios (datos de finales de 2017). Un trabajo conjunto, dadas estas cifras, sería la única manera en la que poder hacer frente a dos grandes que hasta el momento no contaban con un tercer jugador al que realmente temer.