La Academia de Ciencias y Letras de Noruega ha reconocido a Robert Langlands con el Premio Abel, considerado por muchos como el Nobel de las Matemáticas. El canadiense, hoy catedrático emérito en el Instituto de Estudios Avanzados (IAS, en inglés) de Princeton (Estados Unidos) a sus 81 años, ha logrado un galardón dotado con 750.000 euros por sus visionarias ideas que han permitido unificar campos muy alejados en esta disciplina científica.
La carrera de Robert Langlands (New Westminster, Columbia Británica, Canadá, 1936) empezó en realidad en una pequeña tienda propiedad de su familia. Fue allí donde, siendo apenas un niño, competía con su madre en la realización de sencillas operaciones aritméticas. "Ella lo haría en la máquina registradora, y yo [sumaba y restaba] mentalmente", dijo el premiado en una entrevista. Sus habilidades con las Matemáticas no pasaron desapercibidas; el joven se matricularía a los dieciséis años en la Universidad de la Columbia Británica. Posteriormente obtendría el doctorado en la Universidad de Yale, donde también trabajaría como profesor, una labor que desempeñó además en Princeton y en el propio IAS.
La precocidad que el galardonado con el Premio Abel demostró durante la infancia continuó a lo largo de toda su vida. Pasada la treintena, Robert Langlands se encontró con una leyenda viva de las Matemáticas, el francés André Weil. El prominente científico le sugirió que le escribiera sus teorías científicas, una propuesta que desembocó en una carta de 17 páginas. "Después de escribirla, me di cuenta de que apenas había una declaración de la que estuviera seguro", afirmó Langlands a modo de disculpa, según recoge la Academia. "Si estás dispuesto a leerla como pura especulación, lo apreciaría; si no, estoy seguro de que tienes una papelera a mano", añadió el científico.
El «Nobel de Matemáticas» que comenzó su trabajo en una fotocopiadora
Su misiva fue en realidad la semilla a partir de la cual germinó el llamado programa Langlands, una serie de conjeturas que relacionan objetos aritméticos con objetos analíticos (formas automorfas). Su desarrollo, según explican desde la Universidad de Sevilla, constituye un eje central en la teoría de números moderna. "Creó una forma completamente nueva de pensamiento sobre las Matemáticas: sugirió vínculos entre dos áreas, la teoría de los números y el análisis armónico, que anteriormente se habían considerado que no estaban relacionadas", ha explicado la Academia de Ciencias y Letras de Noruega en su comunicado.
El canadiense recibirá el galardón en una ceremonia presidida por el rey Harald V, que tendrá lugar en Oslo el próximo mes de mayo, donde se reconocerá al pionero de la "gran teoría unificadora de las Matemáticas". A pesar de sus revolucionarias contribuciones hoy premiadas con el Abel, Robert Langlands nunca llegó a ganar la Medalla Fields, un reconocimiento también descrito como el Nobel de las Matemáticas, aunque solo se otorgue a jóvenes investigadores. El anuncio del Premio Abel hace que el científico canadiense releve a Yves Meyer, galardonado el año pasado por su teoría de las ondículas.