Far Cry 5 vuelve con la misma fórmula de siempre, más pulida, con más contenido y más actividades. Ahora tenemos live events, una nueva forma de contar la historia, un villano más real y peligroso que nunca y, una narrativa que por candente, actual y verosímil, lo convierten en la mejor entrega hasta la fecha. Es una de las franquicias más longevas de las actualmente tiene Ubisoft en su catálogo de lanzamientos y en cierto modo, ha cosechado una gran legión de fans en todos estos años. De Far Cry 2 se dijo que redefinió el shooter e inspiró a los que llegaron más tarde a replantearse su hoja de ruta. Far Cry 3 nos supo dar un villano a la altura, una historia emocionante y uno de los parajes más espectaculares para explorar.

Lo que vino después, Far Cry 4 y Primal fueron la redefinición de una fórmula, el asentamiento de las bases. Un título completo que nos dio alturas de miras y de escenarios, un cooperativo sin muchos aspavientos, pero una historia de redención, decisiones y venganza. Y la base sobre la que se construyó Primal, que aunque sea el más olvidado de todos, esta suerte de spin off tuvo la valentía de jugar sobre un terreno olvidado por los videojuegos triple A: la prehistoria.

Con este curriculum y la experiencia de los años, nuestras apuestas iban sobre seguro con Far Cry 5. Al fin y al cabo, la compañía ha venido experimentando con la franquicia pero sin alejarse de sus orígenes. Ha creado un estilo que ya se nota en los primeros compases de sus juegos, y que se va acentuando según profundizas. Si Far Cry 4 fue la redefinición de la franquicia, el pulimento de sus matices, Far Cry 5 ha sabido recoger todos y cada uno de los elementos para darno el títulos más masivo y con más posibilidades de toda la franquicia.

Por el camino, quizás, hemos perdido parte del encanto de la sabana, de las islas paradisíacas o del Himalaya, para aterrizarnos un poco en la realidad. En la monotonía de los espacios rurales de la América moderna, tan de actualidad que casi asustan los matices del juego y lo complejo del tema que pone sobre la mesa.

Y es que aunque a estas alturas no sorprenda a nadie, Far Cry 5 ha sabido recoger el guante de sus iguales para lanzarnos a la cara el título más adultos de todos, y la vez que confirma la madurez de unas mecánicas que, entrelazadas con una narrativa de tintes polémicos y profundos que convive con un mundo vivo y en movimiento, la fórmula que convierten a esta nueva entrega en uno de los imprescindibles del año.
Joseph Seed no es Vaas Montenegro o Pagan Min, es algo mucho peor. Y lo es porque está relativamente cerca. Su ficción no es la de una isla paradisíaca en mitad del pacífico, no es la de aventura de piratas y salvadores, o de luchadores por la libertad en el tíbet. Es el espejo ficcional de la Norteamérica profunda, armada, peligrosa, ultra religiosa y violenta. Dentro de su ficción es real. Es Montana, un lugar real, con sus gentes y sus problemas. Por eso, esta vez el villano, Seed, es mucho peor.

Porque no nos engañemos, como sucedía en Far Cry 3 y en menor medida en el 4. El villano es el protagonista, y nosotros quedamos a un segundo plano. Solo un mero intermediario, un observador ante un mundo enorme, cambiante y vivo en el que las cosas casi siempre se salen de nuestro control. Tenemos todas las herramientas del mundo para luchar contra el fanatismo religioso: aliados, vehículos, armas y un mundo tan basto en el que la mayor dificultad está en no perdernos en los cientos de actividades diferentes que ofrece el juego.

Esa es la clave de esta nueva entrega. Su mundo. Ubisoft ha echado el resto y nos ha presentado una espectacular zona de rural de montaña que te deja boquiabierto haciendo gala del 4K y del HDR. Quizás es lo que más brilla del juego, su apartado técnico en combinación con la magnitud de su mundo. Nosotros hemos probado el título en una Sony
KD-55XD93 que precisamente es capaz de sacar todo el provecho a la última generación de la consola de Sony, para comprobar cómo había sido el trabajo de Ubisoft en este campo.

Y al igual que con Assassin's Creed: Origins, ningún vídeo que puedas ver sobre el juego hará justicia a verlo en persona. El apartado técnico de Far Cry 5 es sobresaliente, punto. Sí que es cierto que hemos apreciado algunos fallitos: algo de popping cuando volamos en helicóptero o algunos enemigos que puedes ver a través de la pared, pero en general es uno de los títulos de Ubisoft mejor pulido. Poco más que añadir en este sentido, pero sí que he echado de menos una paleta de colores más viva, más de la marca de la casa como la de las entregas de colores. No se malinterprete este extremo: el mundo de FC5 es brillante, vivo, colorido, pero se ha querido hacer más “real”, más verde, más gris.

Sobre lo que importa, poco podemos aportar. La fórmula jugable de FC5 es la de siempre: pulida, sólida y con un sinfín de posibilidades. Es el mundo abierto, amigo que podríamos decir. Todo funciona a la perfección y se han rescatado muchos elementos de los juegos anteriores y de otros títulos de Ubisoft. Los indicadores crecientes de visibilidad del enemigo, el sistema de armas circular, los iconos o el clásico sistema de marcar enemigos. Aquí hay una pega: los enemigos marcados cerca se pueden ver a través de las paredes o elementos, y esto resta enormemente inmersión. Pero es algo en lo que interviene el usuario, parcialmente.

Siguiendo con esto de traer elementos de otros juegos, ahora tenemos Live Events, que permiten exprimir más este mundo de ficción, y que junto con las actividades, los desafíos y los clásicos campamentos enemigos, ofrecen muchísimo contenido que disfrutar junto con la campaña. Esto es un punto importante, puesto que en este FC5 la narrativa tiene algo más de peso, se diluye menos con el mundo abierto.

Quizás uno de los problemas de este tipo de juegos es evitar que el jugador termine tan distraído por el mundo que olvide jugar a la campaña, pero en esta nueva entrega Ubisoft, con el asunto del fundamentalismo religioso y el cariz de su villano, ha sabido equilibrar la balanza para el juego sea más narrativo, más cinematográfico, de forma que los que busquen un título con una buena campaña puedan disfrutar de ella sin muchos miramientos.

De este apartado no quiero comentar mucho, la historia que nos cuenta FC5 es excelente, con algunos altibajos pero con un punto central que mantiene el nivel en todo momento. Sí, hay algunas misiones que son las antítesis de la diversión, y la sensación de recadero propia del mundo abierto sigue presente, pero en términos generales la compañía ha sabido equilibrar la balanza y nos ofrece una campaña interesante, por momento frenéticas y con algunas ramificaciones y decisiones que sin muchas posibilidades, pueden incluso hacer que terminemos el juego en poco más de 15 minutos. Imaginté. Son más numerosas y con más posibilidades que en los juegos anteriores, pero no os imagináis algo al nivel, por ejemplo, de Until Dawn o similares. Y aunque podría ser una buena excusa para rejugar el juego, quizá su dimensión puede jugar en su contra por el número de horas que conlleva terminar la campaña y probar todas su actividades.

Todavía nos quedan algunas cosas pendientes de probar. El modo arcade o el cooperativo son algunas de ellas, pero desde luego la dimensión de Far Cry 5, tanto el mundo como en actividades y campañas son suficientes como para colmar un buen número de horas, y de horas de buena calidad. De hecho, el grueso de modo arcade será contenido post lanzamiento, por lo que puede ser una buena opción para volver a Far Cry después de terminar la campaña.

Far Cry 5 y Hope County tiene todos los elementos que hacen de un título común un juego sobresaliente. La fórmula Ubisoft sigue puliéndose con cada lanzamiento, y en FC alcanza su máxima expresión. Sus fallos, son los de siempre, un mundo abierto en el que la libertad del jugador es también su condena. Aventuras secundarias que son el tedio máximo y un sistema de progresión a cuya fórmula nos hubiera gustado darle una repensada. No obstante, ninguno de sus fallos son mayores que sus sobresalientes bondades, y por mucho que sea una aventura jugable repetida hasta la extenuación, esta nueva entrega sabe mantener el ritmo y el interés por la historia en cada uno de sus momentos.

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Conclusión

Far Cry 5 la confirmación de que la fórmula Ubisoft funciona. Es un juego sobresaliente en todos los niveles del que solo se puede criticar la repetición de algunas mecánicas y aventuras secundarias que alcanzan el tédio máximo. La compañía ha sabido poner sobre la mesa elementos de sus otras franquicias exitosas con bastante aciertos, haciendo de Hope County un lugar vivo en el que tendremos muchas más horas de juego además de su campaña, que son altibajos también sobresale.

Es, en definitiva un apuesta más que segura para los amantes de los juegos de acción y de mundos abiertos en primera persona y la mejor entrega hasta la fecha.

Pros

  • Una historia, narrativa y cinemáticas muy por encima de lo que habíamos visto en la franquicia hasta ahora.
  • Las posibilidades que ofrece el mundo de Far Cry 5.
  • Los live events, la variedad de escenarios dentro del propio mundo o
  • Apartado gráfico.

Contras

  • Algunas aventuras secundarias y actividades.
  • La fórmula del recadero sigue presente, pero más camuflada con actividades intermedias.
  • Cooperativo no guarda el progreso para ambos jugadores, solo para uno de ellos.
  • Algunos fallos técnicos menores, como popping en helicóptero.

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