Lo que iba a ser una solución coyuntural para los problemas de cortes eléctricos en el sur de Australia está tomando una dimensión un tanto particular que, desde luego, ha vuelto a avivar el debate en torno a las energías renovables y a las nuevas fuentes de alimentación para los hogares. Y es que superbatería de Tesla ha supuesto no solo un impacto en términos sostenibilidad y eficiencia, también en el mercado energético de esa región del país.
La batería más grande del mundo es de Tesla y está en Australia
Hasta ahora, cada vez que existía un mantenimiento planificado o un fallo en el sistema que se traducía en un corte de luz, el operador del mercado pedía a las compañías energéticas australiana que que contribuyan con algunos de sus servicios de red, conocidos como FCAS (control de frecuencia y servicios auxiliares). Esta energía "extra" que se inyectaba en el mercado dada la coyuntura del momento suponía un sobreprecio, tanto que llegaban al alcanzar los AU $ 14,000/MW (unos 8.915 euros al cambio), además de generadores especiales que tenian un coste de 7 millones por día, algo que en situaciones normales cuesta una décima parte.
La introducción de la batería de Tesla en el mercado ha puesto un cambio muy importante en la forma en la que el sector ha afrontado este tipo de situaciones. Su energía viene directamente de fuentes renovables operadas por una compañía francesa, pero no solo supone la inyección de energía limpia, al haber paliado estas situaciones en las que la falta de energía suponía picos en el precio de la energía, Tesla ha permitido que los precios se queden fijados en los AU $270 dólares/MW, un ahorro sin precedentes que los expertos sitúan entorno a los 3 millones de dólares o más, algo que también se ha traducido en el bolsillo de los consumidores.
Esto ha abierto a la vez un debate sobre la energía en Australia, y sobre todo, cómo los operadores se han ido aprovechando de una situación que se ha visto paliada por la introducción de la batería de Tesla, algo que han empezado a estudiar otras regiones al comprobar la facilidad con la que puede amortizarse la inversión cuando se den situaciones en los que los picos de demanda o la falta de oferta genera sobreprecios en el coste energético.
La batería más grande del mundo es de Tesla y está en Australia