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Apple Health ha establecido un nuevo precedente legal en Europa. Un grupo de investigadores de Alemania ha utilizado los datos de la aplicación de salud integrada en iOS como evidencia en la investigación de un caso de violación y asesinato de Maria L., una estudiante de medicina de 19 años de edad, en septiembre pasado, informó el medio alemán Welt.de, cuya información fue recogida por Motherboard.

Debido a que el sospechoso, Hussein K., quien es un ciudadano afgano refugiado, se negó a proporcionarles el código de desbloqueo de su iPhone 4S, la policía de Freiburg tuvo que recurrir a una empresa en Múnich especializada en lograr acceder a terminales. Después de varios meses, consiguieron desbloquearlo y pudieron descubrir que sus datos de salud coincidían con la actividad reportada el día de los crímenes, que incluía arrastrar a la víctima por el terraplén del río Dreisam, donde murió ahogada y fue hallado su cuerpo, y luego volvió a subir. La Apple Health del sospechoso registró esta última acción como dos instancias de escalada, y un oficial de la misma estatura que el presunto culpable obtuvo resultados similares al replicar los movimientos del acusado.

Los investigadores habían recopilado información de vídeos y geodatos de vigilancia pública, pero estaban incompletos. Entonces, se dieron cuenta de que el móvil del sospechoso se había conectado a una antena de telefonía móvil cercana a la escena del crimen en un momento consistente con las secuencias de vídeo. Asimismo, notaron que hubo un período de inactividad inusualmente largo antes de tener volver a conectarse a otra torre de telefonía. Asimismo, el móvil Nokia de la víctima envió su ubicación por última vez poco después del momento en que se cree ocurrió el crimen.

Aunque no es la primera vez que se utilizan datos de salud de un sospechoso registrados por un dispositivo ante una corte, sí es la primera vez que se emplea en una investigación criminal información proporcionada por Apple Health, la cual fue añadida a todos los iPhone en 2014 con el lanzamiento de iOS 8. El año pasado, un hombre fue acusado en Estados Unidos por el homicidio de su esposa, Connie Dabate, con pruebas obtenidas por los datos de la pulsera de ritmo cardiaco FitBit. Otro motivo de la rareza de este caso es que la app de iOS está encriptada tanto desde el momento en que se bloquea el dispositivo como cuando se guarda en iCloud. Por tanto, la policía solamente puede acceder a esa información desbloqueando el equipo que registra los datos de salud. Los datos son de alguna forma limitados, pues no incluyen información de la ubicación, sino solo de la actividad.