Era una cuestión de tiempo tras los rumores del año pasado, pero según Axios, Spotify ya ha entregado a los reguladores y participantes el documento por el que solicita formalmente la IPO (Initial Public Offering u oferta pública de venta) por la empezará su cotización en los mercados. Como viene siendo habitual, los particulares del documento no han trascendido, y tan solo lo conocerán las entidades colocadoras y los mediadores que estarían participando en la misma, además del regulador.
La idea de Spotify, según los que han tenido acceso al documento, es llevar a cabo una cotización directa en vez de una IPO con float tradicional, algo que ha despertado el interés del Wall Street al ser una forma más óptima (pero muy novedosa) para la capitalización de esas compañías y para su colocación en el mercado.
En esencia, hay muchos beneficios utilizando al cotización directa para compañías como Spotify: no hay bancos de inversión que intermedien en el precio inicial o que garanticen la compra de paquetes de acciones, no hay nueva generación de acciones y no dilución del valor ni período de bloqueo para la colocación de las mismas.
Pero la colocación directa también tiene ciertos problemas, aunque el principal es la inexistencia de bancos de inversión y por tanto de sus garantías institucionales, además, no se garantiza la permanencia de inversores de larga duración al no existir un bloqueo, y lo más importante la colocación directa no tiene greenshoe: los colocadores no tiene opciones de compra, por lo que se pierde el control del volumen de la operación en función de la demanda y, como es lógico, se expone a una mayor volatilidad.
De momento se espera que entre en cotización este primer trimestre del año, aunque de nuevo, se desconocen los detalles exactos de la operación.