El streaming de videojuegos sigue siendo algo por lo que las grandes empresas no dejan de interesarse. Twitch, una de las pioneras y ahora parte de Amazon, reina con mano de hierro pero son muchas las compañías que buscan quedarse con parte del pastel como Google con YouTube Gaming o Microsoft con Mixer; por ello, y dado la creciente importancia del vídeo en la estrategia de Facebook, que la compañía de Mark Zuckerberg probara suerte en el mundo del streaming era cuestión de tiempo.

No han dado demasiados datos desde Facebook pero sí han confirmado estar trabajando en un programa piloto orientado al creador de contenidos relacionados con el videojuego. Prometen esforzarse para, trabajando junto a populares streamers, hacer de Facebook una plataforma que se ajuste a sus necesidades. Así, por ejemplo, tienen en mente potenciar las comunidades, crear herramientas específicas para la emisión en directo de videojuegos o integrar, de un modo u otro, plataformas propias como Instagram y Oculus en la experiencia. Asimismo, la posibilidad de que los aficionados colaboren económicamente con donaciones y suscripciones, admiten, está siendo "explorada activamente".

Como decimos, es lógico que una gigante como Facebook quiera adentrarse en un negocio tan aparentemente lucrativo como el del streaming pero parece que no estamos ante un mercado en el que la tarta pueda repartirse entre muchos comensales; pese a acuerdos de la propia Facebook como la exclusividad a la hora de retransmitir los torneos ESL One de DOTA 2 y CS:GO, Twitch sigue siendo la incontestable líder del sector y gigantes como Microsoft o Google apenas pueden hacerle frente con sus alternativas. De hecho, en el caso de Mixer (antes conocida como Beam y adquirida por Microsoft), hablamos de una plataforma con algunas destacadas ventajas técnicas en comparación con Twitch como la práctica ausencia de delay entre la emisión y el chat pero la base de usuarios y, sobre todo, la práctica totalidad de streamers populares no parecen querer moverse de donde están.

Así pues, pese a la intención inmediata de entrar en dicho negocio, Facebook tiene mucho trabajo por delante para adecuar su plataforma a las necesidades de los creadores de contenido más populares; solo creando algo lo suficientemente atractivo, a través de más y mejores opciones a su alcance o de mejoras a nivel económico, podrán penetrar en un complicado mercado que no deja de crecer. El tiempo lo dirá y, por supuesto, habrá que estar atentos.