La neutralidad de la red es un término complicado de entender para muchos, hasta en Estados Unidos, donde desapareció el pasado 14 de diciembre después de la votación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Las consecuencias de esta medida, que pone fin a un internet libre y abierto, ha sido motivo de alerta para algunos políticos y compañías tecnológicas como Google, Facebook y Netlix. A pesar de que la votación de la FCC puso el tema sobre la mesa, todavía hay muchas personas que no son conscientes del efecto que puede tener la revocación de la Orden de Internet Abierto promovida por Barack Obama en 2015. Y, finalmente, quien lo ha explicado mejor ha sido el menos esperado: Burger King.

La neutralidad de la red desaparece en Estados Unidos

En un anuncio publicado este miércoles 24 de enero, la cadena de fast food ha detallado, a través de su hamburguesa Whopper, lo que significa el fin de la neutralidad de la red. Este término supone que los proveedores de internet en Estados Unidos, como Verizon o Comcast, podrían ralentizar o bloquear el contenido que no vaya acorde con sus intereses empresariales o comerciales. Los usuarios deberían pagar un plan premium para poder acceder sin limitaciones a todas las páginas web.

La priorización pagada en Burger King funciona así: los clientes llegan al establecimiento y tiene que esperar una gran cantidad de tiempo para recibir su comida, a no ser que paguen un extra para que obtenerla rápidamente. "Burger King cree que pueden vender más y ganar más dinero vendiendo sándwiches de pollo y nuggets de pollo, por lo que ahora están frenando el acceso a Whopper", dice uno de los empleados en el vídeo.

El conflicto con el Whopper se podría comparar con algunas prácticas de los proveedores de internet, los cuales intentan dirigir en algunas ocasiones a sus clientes al contenido que más caro y que les hace ganar mas dinero. Este es uno de los peligros de la neutralidad de la red: que estas compañías ralenticen o bloqueen el contenido más barato para favorecer el más caro; o que Burger King entregue más rápido los productos más caros como el sándwich de pollo y se tarde en los clásicos baratos como el Whopper.

De esta manera, los clientes que aparecen en el comercial se escandalizan cuando se enteran que tienen que pagar 26 dólares por recibir un Whopper en el menor tiempo posible. Si pagan su precio normal, la espera puede ser superior a 20 minutos.

A pesar de las buenas intenciones de Burger King detrás de este vídeo, algunos han criticado la comparación y han argumentado que la escenificación no explica exactamente el significado de la neutralidad de la red. Entre otras cosas, se ha puesto de relieve que las competencias son entre las empresas tecnológicas, no entre productos de una misma compañía. Esto supone que, por ejemplo, una aplicación de comida a domicilio no trate por igual a todos los restaurantes y que priorice la comida de McDonald's por intereses comerciales mientras que penaliza a Burger King ofreciendo un peor servicio para distribuir sus productos.

"¡Esto es lo peor que he escuchado!" se queja uno de los clientes en Burger King. Definitivamente, el fin de la neutralidad de la red en Estados Unidos puede ser una de las peores cosas que se hayan escuchado y votado, sobre todo si intercambiamos las hamburguesas por los derechos digitales y un internet libre y abierto.

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