Se le ha llamado, en muchas ocasiones, la startup de las startups. Es de las pocas que ofreciendo el servicio para otras empresas ha trascendido al nivel de una de las tecnológicas más llamativas; Stripe, una plataforma de pagos, ha sabido encontrar su lugar en el nicho de las startups.
Con miles de clientes en todo el mundo y procesando millones de euros a través de su sistema desde 2011, Stipe celebraba hace un par de meses se primer aniversario en España. Centrados, en un primer momento en ese nicho emprendedor, la realidad es que con el paso de los años han sabido integrarse también en los sistemas de las grandes empresas. Twitter, Kickstarter o el competidor natural de Uber en Estados Unidos, Lyft, son sólo algunos de los ejemplos de compañías internacionales que han apostado por Stripe.
Ahora bien, ¿y en España? La realidad es que Glovo, que actualmente anda conquistando el mundo de los repartos en varios continentes, Hawkers o Chicfy han podido entrar en la familia de la tecnológica estadounidense. Y no sólo eso, la gran compañía se ha rendido ante los encantos de Stripe. El Corte Inglés, la tradición empresarial española por excelencia, también cuenta con su ayuda. Y todo esto tiene un sentido; cuando Stripe decidió aterrizar en España fue por su crecimiento durante los últimos años. "Es una región con un crecimiento muy fuerte en cuanto a emprendimiento y tecnología en los últimos años, por eso mismo se ha convertido en un mercado estratégico para nosotros. Cada vez hay más y más emprendedores en España que crean negocios online que, por supuesto, necesitan plataformas de pago. Además, están creciendo y haciéndose globales, que es algo que no pasaba antes con las compañías españolas", explica Guillaume Princen, director al sur de Europa de la compañía en declaraciones a Hipertextual. Una internacionalización que, hasta hace unos años, era impensable para el emprendedor español pero que, poco a poco, rompe las barreras. Latinoamérica, una región clave para el emprendimiento en España, ha sido esencial para ese crecimiento.
Sin embargo, uno se puede preguntar la forma en la que Stripe llega a sus clientes. Ellos lo definen como el marketing de boca en boca. Saben que sus principales clientes no son los de ahora, sino los que están por venir; muchos de ellos empresas que aún no existen. Y una piedra angular de todo eso son los propios desarrolladores y los creadores de empresas. "Estos están continuamente hablando de sus compañías, hablan de sus herramientas y de sus infraestructuras y ese es el mejor marketing para Stripe. Ellos hablan de lo que les gusta y de que han recurrido a nosotros" añade Guillaume. Y ahora ocurre lo mismo con la gran empresa; si hace unos años era impensable que hablasen de cuestiones que se daban de puertas hacia dentro, ahora la realidad es que han abierto su mirada. Después de todo, también quieren hacerse más grandes y globales.
En un mundo que se mueve cada vez más rápido, incluso para las empresas más tradicionales, todos tienen que adaptarse a la flexibilidad. Las grandes a una velocidad mucho mayor en sus viejos sistemas, y las pequeñas en entender cómo funcionan esos grandes clientes. "Eso es lo que compañías como El Corte Inglés buscan en Stripe" argumenta el director de la compañía. El resultado, según el último estudio de la empresa, es que desde que llegaron a España y las tecnológicas se asociaron con Stripe, el negocio de estas ha crecido más que en años anteriores: "la posibilidad de crear economías de escala y crecer más rápido ha sido básico". Siendo la mayor parte de ellos marketplaces, con necesidades muy complejas, son los que deben ser más rápidos y con crecimiento mayor.
Toda una simbiosis en el mundo del emprendimiento.