Los planes para poner en órbita el primer Falcon Heavy se van ultimando. Después de sufrir numerosos retrasos (el último de ellos, ayer mismo), parece que se van concretando más puntos y que 2018 será por fin el año en el que veamos definitivamente el despegue de este cohete. Además, vendrá con sorpresa. ¿Cuál? Según afirma el propio Musk, la carga que irá en el interior del mismo será su propio Tesla Roadster color cereza. Añade:

El destino es la órbita de Marte. Estará en el espacio durante 1.000 millones de años más o menos si no explota durante el ascenso.

Este será el próximo gran evento en el que participe Musk después de verle presentando el nuevo Tesla Semi y el mencionado Tesla Roadster, las dos creaciones más recientes de la compañía de vehículos eléctricos y que consiguieron dejar con la boca abierta a más de uno. El turno para sorprender a la audiencia cae ahora del lado de SpaceX, una compañía que también ha logrado grandes avances durante los últimos años con sus Falcon 9.

Nuevo Tesla Roadster: el coche más rápido del mundo

De hecho, el Falcon Heavy heredará todo lo aprendido durante las pruebas de perfeccionamiento del Falcon 9, con una composición que unifica tres reactores de estos modelos más pequeños en un único cohete, haciéndolo más grande y más potente. La pieza, de 70 metros de altura, está compuesta por diferentes módulos que irán desprendiéndose conforme gana altura y los cuales se espera poder recuperar en su totalidad gracias al sistema de aterrizaje autónomo que ya hemos visto en otras ocasiones.

Cuando finalmente se produzca el lanzamiento, dos de estos módulos regresarán a tierra, mientas que un tercero irá a parar a una base marítima. Contamos ya los días para ver el despegue del Falcon Heavy que, tanto si se realiza con éxito como si no, se llevará consigo el Tesla Roadster de Musk.

SpaceX retrasa de nuevo el lanzamiento de su cohete Falcon Heavy