bull terrier

Lily M. (Wikimedia)

Un niño de tres años permanece ingresado desde ayer en estado grave en el Hospital de La Paz (Madrid). Según han confirmado fuentes de la Guardia Civil a Hipertextual, el menor fue atacado en una finca en El Molar, al norte de Madrid, por cuatro perros de la raza bull terrier miniatura, que le arrancaron las orejas y le provocaron heridas de diversa consideración en el muslo de la pierna izquierda y en la cara.

El Servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid (SUMMA 112) trasladó al pequeño en una UVI móvil hasta el complejo hospitalario. Posteriormente, miembros de un centro de protección de animales de la zona han retirado varios ejemplares de la finca de El Molar donde el niño fue herido de gravedad mientras visitaba la casa de un amigo junto a su familia. Según comentan a Hipertextual fuentes de la Guardia Civil, dicho transporte no ha sido realizado por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), que tampoco han confirmado la raza de los animales retirados horas después del ataque al menor.

Qué es la raza bull terrier

La raza bull terrier desciende de cruces entre Bulldog y Terrier blanco inglés, seleccionados para combates durante el siglo XIX que posteriormente fueron prohibidos. Según The Kennel Club, una organización dedicada a la selección y la estandarización de las razas caninas que reconoció a los bull terrier en 1933, este tipo de perros tienen una esperanza de vida de aproximadamente diez años. El criador James Hinks fue el primero en dar nombre a esta raza de canes.

Los animales bull terrier se caracterizan por presentar una cabeza larga y fuerte, con una forma similar a una pelota de rugby. La parte superior del cráneo es casi plana, cuentan con unos ojos dispuestos de manera oblicua y unas orejas pequeñas, delgadas y erguidas. Además, este tipo de perros tiene el pelo liso, corto y compacto y una cola corta. El peso de los bull terrier mini, como los que protagonizaron el ataque al menor de El Molar, no supera los veinte kilogramos y su tamaño ronda los treinta centímetros, a diferencia de los 55 centímetros que puede alcanzar un bull terrier estándar.

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Lily M (Wikimedia)

Esta raza de perros, además, tiende a perseguir su cola en círculos, tal y como documentó un estudio publicado en Journal of the American Veterinary Medical Association. Este comportamiento repetitivo, que puede verse en diversos vídeos en YouTube, se ha relacionado con una especie de trastorno obsesivo compulsivo en perros. Hasta la fecha se ha estudiado la conducta observada tanto en bull terrier como en bull terrier mini de perseguir su cola en círculos con el fin de determinar su origen, sin esclarecer de momento el motivo de este comportamiento.

Un trabajo publicado en Canine Genetics and Epidemiology señaló que aún no se había encontrado un factor genético que explicara esa tendencia. El hecho de que se haya visto en un número limitado de tipos de perro sugiere que pueda deberse a una determinada secuencia en el ADN, como apuntaba una revisión en American Journal of Human Genetics, aunque también se analizan posibles factores ambientales que puedan influir en dicho trastorno, según afirmaba otro reciente artículo publicado en PLOS One.

No es un perro potencialmente peligroso

En España, la Ley 50/1999, de 23 de diciembre regula el régimen jurídico de tenencia de animales potencialmente peligrosos. La normativa estatal, tal y como se explica en la exposición de motivos, fue impulsada en "un clima de inquietud social" tras diversos ataques a personas protagonizados por perros, lo que obligaba a establecer una regulación para controlar y delimitar la posesión de estos animales. Posteriormente, diversas comunidades autónomas han promovido leyes propias en el ámbito de sus competencias.

Según señala la legislación, la peligrosidad canina depende tanto de factores ambientales como genéticos, de la selección práctica en ciertos individuos y de las pautas de adiestramiento seguidas. La ley, no obstante, ha sido criticada por colectivos como la sección de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Valencia, al considerar la normativa como "inadecuada" y que necesitaría ser replanteada.

La propia ley señala en la exposición de motivos que los "perros de razas que de forma subjetiva se podrían catalogar como 'peligrosos' son perfectamente aptos para la pacífica convivencia entre las personas y los demás animales, incluidos sus congéneres, siempre que se les hayan inculcado adecuadas pautas de comportamiento y que la selección practicada en su crianza haya tenido por objeto la minimización de su comportamiento agresivo". Su entrada en vigor en España incluyó una serie de obligaciones para los propietarios y un catálogo de sanciones por infracciones administrativas.

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Exposición Monográfica Rottweiler en España (Flickr)

La Ley 50/1999 define los perros potencialmente peligrosos como "los animales domésticos o de compañía que reglamentariamente se determinen, en particular, los pertenecientes a la especie canina, incluidos dentro de una tipología racial, que por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas".

En la actualidad, el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo y el Real Decreto 1570/2007, de 30 de noviembre desarrollan la normativa sobre tenencia de perros potencialmente peligrosos. Las razas incluidas son pit bull terrier, staffordshire bull terrier, American staffodshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu y akita inu. Además, la normativa establece que los perros que cumplan la mayoría o todas las descripciones de la normativa también pueden ser considerados como potencialmente peligrosos. Entre otras características, destacan una fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, resistencia, agilidad y vigor, marcado carácter, mandíbulas grandes y fuertes o cabeza voluminosa y robusta. Los animales que hayan manifestado un carácter agresivo o que hayan protagonizado agresiones a otros animales y a personas también se definen como perros potencialmente peligrosos, una vez que lo dictamine la autoridad competente después de que un veterinario oficial o colegiado haya emitido un informe al respecto. Sin embargo, al contrario de lo que se ha comentado en diversos medios, la raza bull terrier no está dentro de los perros potencialmente peligrosos considerados legalmente.

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Fuente: Pixabay.

La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, regiones donde se produjo la agresión al niño, también han desarrollado una regulación específica sobre esta materia, por la que se obliga a los dueños a obtener una licencia, un seguro de responsabilidad civil y a inscribir al animal en el correspondiente registro, además de cumplir una serie de medidas para garantizar la seguridad tanto en la vía pública como en espacios privados, en línea con lo dispuesto por la legislación estatal.

Tal y como recuerdan desde la Universitat Autònoma de Barcelona, hay quienes adquieren perros de las razas consideradas como peligrosas para adiestrarlas con el fin de fomentar su agresividad y utilizar a los animales en peleas ilegales. Por otro lado, el adiestramiento de cualquier mascota es fundamental, ya que todo tipo de perros pueden desarrollar un comportamiento agresivo si no son educados de forma adecuada. De ahí la importancia de enseñarles para minimizar posibles conductas violentas y prevenir cualquier ataque, además de cumplir las obligaciones que la legislación establezca en cada caso.

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