En un momento en el que el teléfono móvil es el rey a la hora de consumir contenido, es natural que esto vaya más allá de las redes sociales y YouTube y se utilice también, por ejemplo, para ver series. Esto es, a todas luces, una gran noticia. Pero ¿realmente somos conscientes de todas las implicaciones que conlleva ver series fuera de casa?
Con la inestimable ayuda de la mejora en los planes de datos móviles, de unos fabricantes que desarrollan terminales con pantallas de mayores dimensiones y de plataformas como Netflix que permiten descargar el contenido para verlo incluso sin conexión, ver series y películas ya no es un acto limitado al hogar. Ya sea en el ordenador, tableta o smartphone, un 67 por ciento de los suscriptores del servicio ven contenido de la plataforma fuera de sus casas, según su última encuesta.
Esto supone poder disfrutar del contenido allá donde se vaya, sí, pero constituye también el riesgo de ser interrumpidos por algún ocioso desconocido en mitad de un episodio. Un 27% de las personas que ven contenido en público han sufrido alguna incómoda interrupción, de esas en las que se sonríe de manera condescendiente y se pone cualquier excusa para alejarse rápidamente del individuo en cuestión y continuar viendo el episodio tranquilamente.
Reproducir contenido en lugar públicos –siempre con auriculares puestos, eso sí– atrae, de manera inevitable, miradas curiosas. ¿Quién no ha ido en el metro, bus o ha estado sentado en una cafetería y ha sentido a alguien observar con detenimiento la pantalla de su dispositivo? Casi la mitad (un 45%) afirma haber descubierto a alguna persona ajena atenta al episodio o película que estaba viendo. Personalmente, creo que hay pocas sensaciones tan incómodas como la de saberte observado por una persona que no conoces. Perdone, señor, usted a lo suyo y yo a lo mío.
Si tú también has sido tan curioso alguna vez como para estar observando pantallas ajenas e incomodando a alguien que solo quería ver tranquilamente su episodio, solo puedo desearte lo peor que podría ocurrir en estos casos: que sufras un spoiler de manera imprevista. ¿Suena poco probable? Un once por ciento de los encuestados afirman haber visto algo que no deberían por exceder sus límites de curiosidad. Haberlo pensado antes.
Así mismo, Netflix destaca también que las reacciones que se tendrían en casa se trasladan al espacio público de una manera similar. Una amplia mayoría de las 37.000 personas que realizaron la encuesta confiesan haberse reído en público viendo algún tipo de contenido, mientas que una quinta parte de estas también ha llorado.