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Después de 25 años, más de 15.000 científicos de 184 países han emitido una segunda advertencia a la humanidad: "Necesita haber un cambio para salvar a la Tierra". En la misma fecha en 1992, más de 1.700 investigadores de la Unión de Científicos Preocupados, una organización estadounidense sin fines de lucro, lanzaron la primera "Advertencia a la humanidad de los científicos del mundo".

La segunda advertencia, publicada en la revista BioScience, señala que el bienestar de la humanidad se verá seriamente afectado por el cambio climático, la deforestación, la reducción de la cantidad de agua dulce disponible, el aumento de zonas muertas en el océano, la extinción de especies, la pesca insostenible y el crecimiento de la población humana. De no hacer caso, aseguran, habrá una pérdida de la biodiversidad catastrófica.

El aviso se ha hecho viral a través del hashtag #ScientistsWarningToHumanity, con lo que consiguió obtener las más de 15.000 firmas de investigadores alrededor de todo el mundo. Escrito por un equipo internacional bajo la dirección de William Ripple, profesor de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos, el texto advierte lo siguiente:

La humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para salvaguardar nuestra biosfera en peligro. Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar.

Sin embargo, la disminución de las sustancias que agotan la capa de ozono y el auge de las energías renovables, señalan los investigadores, son una muestra de los cambios positivos que podemos hacer. Los científicos no sólo han advertido, sino también descrito 13 áreas en las que gobierno y ciudadanía pueden actuar.

El establecimiento de más reservas terrestres y marinas, el reforzamiento de leyes contra la caza furtiva, la restricción del comercio de vida silvestre, una mayor planificación familiar, un cambio de dieta basado en vegetales, la adopción masiva de energías renovables y tecnologías verdes son algunas de las soluciones que proponen.

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