Un equipo internacional de científicos ha descubierto un nuevo espacio, desconocido hasta la fecha, que permanecía oculto en la Gran Pirámide de de Keops, situada en Giza (Egipto). Los investigadores franceses y japoneses han empleado una nueva técnica, basada en la aplicación de partículas procedentes de rayos cósmicos, para detectar esta estancia de 30 metros de largos que se ubicaría justo por encima de la Gran Galería. Sus resultados han sido publicados hoy jueves en la revista Nature.
Los especialistas de física de partículas aplicaron la tecnología conocida como tomografía de muones para penetrar en el interior de esta enorme estructura, de 146 metros de altura, con el objetivo de analizar las cámaras ya conocidas y hallar nuevos rincones. El grupo de Kunihiro Morishima ha descubierto de este modo uno de los mayores espacios de la Gran Pirámide de Egipto, considerada como una de las siete maravillas de la Antigüedad que aún perdura en la actualidad.
"La interpretación romántica y lo que todos quieren oír es que esta es una habitación escondida y el cuerpo del rey está dentro, que hay importantes bienes que desconocíamos, o que vamos a aprender más sobre la historia ... Nada de eso es especulación responsable por el momento", advierte a NPR el egiptólogo Peter Der Manuelian, de la Universidad de Harvard, que no participó en el estudio. "En ese sentido es obviamente frustrante; por otro lado, es un descubrimiento arquitectónico, algo que no conocíamos en el interior de la Gran Pirámide, por lo que son grandes noticias", destaca. Otros científicos, sin embargo, han pedido prudencia al desconocer si se trata únicamente de un espacio vacío o, por el contrario, nos hallamos ante una verdadera cámara secreta.
No es la primera vez que se aplica la tomografía de muones en el estudio de estas colosales estructuras. En mayo de 2016, investigadores de la Universidad del Cairo emplearon esta tecnología para conocer por primera vez el interior de la Pirámide Acodada de Dahshur. Meses después, los mismos científicos aplicaron la muografía para desvelar nuevos detalles acerca de la Pirámide de Khufu, una iniciativa que engloban dentro de la campaña ScanPyramids.
Los muones son unas partículas elementales que forman parte de la radiación cósmica. Descubiertos en 1936 por Carl D. Anderson, estas partículas son leptones cargados como los electrones, pero con una masa mucho mayor. Además, los muones son mucho más inestables, ya que se desintegran en apenas 2,2 microsegundos. Además de sus aplicaciones para comprender mejor la estructura de las antiguas pirámides, se trabaja en el uso de la tomografía de muones para analizar residuos nucleares o descubrir material nuclear oculto en grandes contenedores, según un estudio publicado en la revista Annals of Nuclear Energy.